“Las acciones privadas de los hombres que de ningún modo ofendan al orden y a la moral pública, ni perjudiquen a un tercero, están sólo reservadas a Dios, y exentas de la autoridad de los magistrados. Ningún habitante de la Nación será obligado a hacer lo que no manda la ley, ni privado de lo que ella no prohíbe.”
Constitución Argentina – Artículo 19
Sobre la vereda del Palermo Club no había un alma. Nada, salvo los empleados de seguridad, anunciaba que allí habría música en vivo. Mucho menos que se presentarían dos bandas cuya convocatoria habría hecho desbordar ambos lados de la calle Borges.
Dentro, un centenar de personas no alcanzaban para sacudir el frío que se colaba desde afuera. Los Karamelo Santo subieron al escenario para dar comienzo a la primera edición del Festival Buenos Aires se Planta. Pero antes de la música fue el turno de los organizadores, que recitando el artículo 19 de nuestra Constitución, pidieron por la plena aceptación de los fumadores de cannabis y por la despenalización del consumo de marihuana.
Formalmente presentado el evento, llegó el momento de encender al público. Los mendocinos no tuvieron problemas para lograrlo. Curtidos viajeros musicales descargaron todo su arsenal de ska-reggae-cumbia-punky party. Llevaron adelante un set plagado de sus canciones más conocidas y que incluyó su versión muy karamelizada de “No Tan Distintos” de Sumo.
Un rato más tarde, sin ovación, ni pogo, ni delirio, tan solo algunos aplausos, Las Manos de Filippi tomaron posesión del estrecho escenario. Apretujados, arrancaron furiosos con “Latino”, “Pajarito” y “Crisis Internacional”. El Cabra y sus secuaces de a poco fueron levantando vuelo. Su mezcla de lengua afilada y desobediente, ska, y rock pesado mostró que están en muy buena forma. La mayoría de las canciones fueron de Marginal y Popular (2014), disco que todavía están presentando. A pesar de ser casi un show de entrecasa los guitarristas Serafin Alí y Gaspar Benegas se pusieron al hombro una banda por demás compacta. “Supervitamínico”, “Ratas” y el superbailable “El Rey de la Autocrítica” convirtieron en multitud al puñado de descontrolados que agitaban en el centro del salón. No faltaron algunas versiones de la Agrupación Mamanis. “Pibe Divino” y “Salchicha-Chicha” sonaron tremendos con el actual sonido de la banda.
Para el final quedaron “Los métodos piqueteros” y “Cutral-Co”. El gran show de Las Manos de Filippi, terminó sin bises y con una rápida despedida.
Así transcurrió el 1° Festival Buenos Aires se Planta, para no ser obligado a hacer lo que no manda la ley, ni privado de lo que ella no prohíbe. Salud.
FOTOS: Carla Lucero Tobar.
