Tody Tapia tiene un carisma poco clásico dentro del rock nacional: es serio y viste elegante. Es autor de varios hits, y ladero de cantantes difíciles. Compenetrado y convencido de cada palabra que dice, el histórico bajista de Turf cuenta los pormenores de un regreso esperado.
—¿Por qué regresó Turf? ¿Mantenían contacto entre ustedes durante todos estos años de ausencia?
—Turf volvió de manera natural, era el momento justo para nosotros porque algunas heridas empezaron a cerrar y viejos rencores a olvidarse. Finalmente las canciones pudieron más y volvimos a disfrutar de tocar juntos. Personalmente mantenía contacto fluido con Lea, Ríspico y El Tano. A Joaquín no lo veía desde la separación del 2007. No hay causas, es más bien una circunstancia y un momento que afortunadamente pudimos aprovechar.
—¿Hubo algún intento de regreso anterior?
—No, ninguno. Por diferentes razones creo que no habíamos llegado, individualmente, a esa madurez que hoy por hoy nos hizo sentarnos a hablar del pasado y decirnos cara a cara algunos viejos recelos. Empezar de cero con una postura diferente y una experiencia a nuestro favor pero sin perder la diversión de estar tocando rock en una sala de ensayo como hace veinte años.
—¿Les sirvió la excusa del homenaje a Charly García, o habrían regresado igualmente de no producirse el evento?
—Nos sirvió porque le agregaba mística, porque Charly participó en nuestros primeros discos y shows de los ‘90. Igualmente si no era este año era el próximo, pero hubiéramos vuelto a tocar de algún modo.
—Más allá de sus razones particulares, ¿por qué Turf puede regresar y ser negocio o motivar la respuesta que tuvieron?
—Es fácil, las canciones siguieron sonando y tomaron un poder por sí solas, se cantan en las canchas y trascienden al grupo. Cuando estábamos tocando en el recital del regreso veíamos a la gente cantándolas desde el primero hasta el último tema, y nos sorprendió las edades de chicos que seguramente ni siquiera nos habían visto en vivo.
—Supongo que habrán hecho algún mínimo balance luego de la presentación en el Movistar Free Music: ¿Turf sigue? ¿Están planeando recitales?
—Por ahora estamos ensayando por el placer de escuchar las viejas canciones, seguramente hagamos algún show en el verano y el año que viene veremos si grabamos algo nuevo, vamos a paso lento, tomándonos en serio la responsabilidad de volver a hacer canciones.
—En internet se leen rumores de disco nuevo…
—Por ahora son solo rumores, lo del disco es incierto, pero el tiempo dirá, si pasamos mucho tiempo más juntos y divirtiéndonos en la sala de ensayo seguramente salgan canciones nuevas y nos den ganas de grabarlas y mostrarlas.
—¿Seguirán con sus proyectos aparte o solo con Turf?
—Definitivamente cada uno tiene sus proyectos y no quiere dejarlos. En mi caso estoy con la grabación del primer disco de mi nueva banda, El Club del Rifle. Ahí dejo por un rato el bajo y asumo el rol de cantante y guitarrista, y además sigo tocando y grabando con Juana la Loca. Los chicos también tienen sus propios proyectos y está bueno que cada uno siga desarrollándolos.
—¿Qué opinás de la escena grande del rock nacional? ¿Qué lugar ocupa Turf en esa escena?
—No soy muy fan del rock nacional, salvo de los grupos punks y darks de los ‘80: Alerta Roja, Los Corrosivos, Sentimiento Incontrolable, Los Pillos, Casanovas… Esos no forman parte de la escena grande. Modestamente creo que Turf se ganó un lugar importante dentro del rock nacional, por lo que te comentaba antes de las canciones que exceden a los músicos. Igual prefiero no opinar de otras bandas o solistas porque al no ser fan sería una opinión tendenciosa.
—¿Hubo un cambio sustancial después de Cromañon, o eso es solo una típica frase en boca de quienes no consumen bandas locales?
—Hubo un cambio grandísimo para las bandas chicas y los que están empezando, pero para las bandas de estadios los cambios conciernen a la producción y a la organización, el músico no los siente, excepto en su discurso cuando se sube al escenario y por ejemplo, pide que apaguen las bengalas.
—¿Es coincidencia que en tan poco lapso de tiempo hayan regresado oficialmente Turf, Los Brujos, Peligrosos Gorriones o Illya Kuryaki and the Valderramas, entre otros?
—Creo que estas bandas regresaron porque muchas buenas bandas no pudieron hacerse escuchar, porque en algunos casos estuvieron opacadas por la escena grande (hace comillas con los dedos). El underground que dio origen a muchas bandas se aburguesó. Se llenó de modas pasajeras. Creo que la gente tiene la necesidad de volver a ver ese rock de los ‘90 que, a distancia, se percibe como más auténtico.
—¿Crees que pueden surgir nuevas bandas que puedan alcanzar la trayectoria que alcanzó Turf?
—Esperemos que si, así hay más competencia en el buen sentido y puede crecer una nueva escena de rock nacional de una buena vez por todas.
