Camineros: Todos los caminos conducen a Roma

Haciendo el trencito, los integrantes de la banda telonera desaparecieron del escenario. Camineros, en el mismo ramal, pero con más argumento musical y el público de su lado, salió minutos después para animar al Roxy Live.

Tres didgeridos introducen a un clima de relax. Al fondo del boliche, una mesa vintage –gente mayor con tragos y esencia setentosa– se disimula entre un público de lo más variado, sin estética definida que pueda agruparlos bajo una misma palabra.

Luego de esos largos minutos, Camineros ocupa sus lugares y arranca con “Ángeles malvados”. Mariano Coco, el cantante principal, arenga a los presentes quienes devuelven el gesto bailando. Su música tiene componentes diversos: prima el rapeo en las voces, algunos ruiditos propios de la cumbia, y rasguidos de guitarras que le dan una pizca de reggae.

En segundo lugar tocaron “Barron”, y después “El club de los corazones rotos”. Al momento de presentar la banda, Mariano introduce a cada músico mencionando el barrio al que pertenecen. El cantante propone que el público se abrace para cantar todos juntos el siguiente tema. Contó que un amigo le dijo “Vos lo que necesitas es un abrazo”, y se le ocurrió esa idea, que algunos acataron y otros fueron para atrás. ¡Qué no se termine acá, eh! Terminada la ocurrencia remató: “está bueno para empezar a hacerla”.

El tema “El despechado” ameritó largas palabras, principalmente dirigidas al baterista, en algún sentido protagonista de la historia a través de sus padres. La dictadura militar recordada en imágenes que se proyectaban en la pantalla del escenario fueron el contexto para que Camineros hablé del tema, permitiéndose incluso rapear un poco.

El recital siguió por la misma ruta. Por momentos sendas pibas, una más inocente y juvenil en una danza exótica, y otra más crecida, con los pechos al descubierto o simplemente pintados, y en una danza arabesca, bailaron arriba del escenario acompañadas de más canciones de la banda, en su mayoría pertenecientes a su disco debut Santy Koskio.

El final se acerca y suenan fragmentos conocidos, mini covers metidos dentro de melodías propias. Tal fue el caso de “Ombligo del mundo” de Javanotti, por citar alguno.

Ya sobre el inminente cierre, Marcelo insto a que “si les gustó el show, coméntenlo por las redes sociales”. ¿Polémico? Tal vez. El cierre fue con “Esperanza”, cumpliendo con quienes pidieron una más. Durante lo que duró el concierto, la banda desplegó una propuesta difícil de catalogar, variada, y siempre positiva y de correctísima interpretación. Dicen que todos los caminos conducen a Roma, quizás en algún modo, sea el horizonte para Camineros. Solo les quedó tiempo para una foto final, todos abrazados, a la orilla del escenario, anticipando que les sobran ganas de seguir caminando.

 

FOTOS: Gabo Lopez

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