La Condena de Caín: Más cerca de la perfección que del caos

Un sábado gélido azotaba la zona de Palermo, fue por eso que la gente remoloneó un poco para acercarse a Groove. Media hora después de las nueve de la noche la maquinaria liderada por Sawa Mielnik se puso en marcha para llevar a cabo su obra más importante en los once años de vida que llevan. La Condena de Caín en acción.

La excusa era empezar a mostrar La Perfección del Caos (2015). Mucho tiempo pasó hasta que pudieron reencontrarse con su gente, la que viene acompañando desde las primeras placas, y la que se sumó al Vendaval durante el último tiempo.

El sonido fue impecable de principio a fin, demostrando justeza y fidelidad en las nuevas composiciones. Las visuales y las luces acompañaron de gran manera a “En algo hay que creer”, “Omar” y “Éxtasis”, entre otros. Fueron más de 20 las canciones que sonaron, las cuales elevaron la temperatura a medida que se iban sucediendo una tras otra.

Sin invitados, solo ellos seis en el escenario demostraron que Vendaval (2013) había sido el comienzo de la escalada que los viene llevando a crecer concierto a concierto, de la mano de un estilo crudo y sobrio, sin doble lecturas ni interpretaciones. La Condena no se guarda nada, y la cara de los músicos al final del show lo demostraba.

Esto fue solo el principio de una gira que seguro los tendrá defendiendo el disco por cualquier escenario que busque cobijarlos. La Condena de Caín tiene personalidad, tiene canciones y tiene una identidad definida. Si sos fundamentalista del rock, hacele un espacio a esta propuesta.