Oridios y Pezones Cardozo: Vamo’ y vamo’

Intro

Hace algún tiempo, con la incorporación de nuevas tecnologías, muchas expresiones artísticas se fueron modificando, transformando la escena musical casi en una ecuación con principios económicos básicos. La cantidad de oferta que ya existía fue potenciada por las nuevas y masivas formas de difundirla (música en streaming, piratería, youtube, etc.). Con la demanda diversificada y los sellos discográficos tratando de acaparar los negocios de distribución y control artístico, las bandas independientes tuvieron nuevos vectores para encontrar su nicho y así poder ingeniárselas en esta búsqueda de difusión.

Estrofa

Pezones Cardozo y Oridios volvieron a juntarse en vivo dando como resultado el «Intercambio Vol. 2». Cada uno con sus matices, sus estilos se fundieron todos en una misma noche en un The Roxy Live que como siempre se convirtió, por sonido y puesta, en uno de los mejores circuitos audiovisuales que hay en Capital Federal.

El primer turno lo cubrió el septeto oriundo de Saavedra, que ya cuenta con catorce años de trayectoria. Con estilo progresivo y un escenario repartido cual banda gitana, el semblante del show y el hilo conductor fue la unión de ambas bandas paseando por la historia discográfica, haciendo hincapié en su segundo disco Retribución del Karma (2014) y el EP de tres canciones editado a principios de este año.

En segundo término se subió al escenario de un Roxy colmado Pezones Cardozo, banda que ya lleva, entre formaciones varias, casi viente años arriba de las tablas. De un estilo más directo y con un énfasis en el rock y el blues, con letras socialmente comprometidas para los fieles que llegaron, continuaron celebrando el último disco La Luz De La Empatía (2015).

El espíritu de la fecha fue marcado por la mezcla de músicos y la presencia de cada banda entrometiéndose en medio del set de la otra para versionarse canciones mutuamente.

Estribillo

En Oridios cabe destacar la multiplicidad artística que poseen, comandada por sus vientos a cargo de la dupla Maia Aimaretti (la preferida del público) y Julián Harispe (multiinstrumentista que también toca armónica y canta), el dúo de violas Nicolás Aimaretti (también cantante) y el virtuosismo en la primera guitarra de Damián Goméz. Esto sumado a una sólida base rítmica compuesta por Gonzalo Centrone en el bajo, Federico Renati en batería y Sebastián Acosta en percusión.

En Pezones Cardozo el comandante Eduardo Gervasio con bailes, frases y voz se lleva todas las miradas. Pero a no confundir, está sostenido con una banda sólida que tiene su potencia en las guitarras de Jullio Maidana y Paolo Botto, en los saxos de Alejandro Cabrera y Gabriel Carbone, bien sostenidos rítmicamente por Gonzalo Varela en el bajo y Nahuel Camicha en la batería

Final

Fue una noche ejemplar digna del esfuerzo, amistad y respeto al culto de las bandas emergentes. Detalle nada menor en un ambiente en el que lamentablemente la camaradería se encuentra a cuenta gotas.

FOTO: Pablo Berenstein.