Mauro y La Caminata: «La idea es que en el camino vaya apareciendo gente»

En el 15, en el 29 o en el 60. Yendo para Palermo o para Chacarita. Estate atento. Sacate los auriculares. Dejá el black berry por un minuto. Alguien se acaba de subir al bondi. Alguien con una guitarra. Ese alguien puede ser Mauro Vallejos, un muchacho de 23 años. Sin más armas que una viola, ni más balas que canciones de Charly, Spinetta o Callejeros, Mauro va por los colectivos transportando acordes para romper con la rutina. Pero no solo en los colectivos, sino que de vez en cuando se sube a un escenario, como lo hará este viernes en Cangrejos House, a partir de las 21hs presentándose como “Mauro y La Caminata”.

“La composición surge como un juego”

-¿Cómo nació el proyecto de Mauro y La Caminata?

-Después de estar tocando con varias bandas de la escena under del rock nacional, tuve alrededor de siete bandas, decidí mandarme a tocar mis canciones y no perder el ritmo de tocar, al menos una vez al mes, de componer, y por eso decidí armarme una banda propia que se llama “Mauro y La Caminata”, que en realidad es un proyecto en el que estoy yo solo con la viola pero que siempre en vivo va a haber invitados.

-¿Se podría decir que “Mauro y La Caminata” nace como una necesidad?

-Si, a pleno. Yo quiero estar tocando canciones en vivo, perfeccionándome arriba del escenario, y tratar de tocar seguido, de componer seguido, y en base a eso está la idea de ponerse a tocar siempre que pueda, ahora con una periodicidad de tocar una vez al mes, y meterle mucha pila… me gusta mucho el rock en general, siempre estuve involucrado en lo que son las bandas de rock under, y también por eso nace la necesidad de salir a tocar.

“Hay veces que la gente te dice ‘loco, me cambiaste el día’”

-Te subís con la guitarra a distintas líneas de colectivo, ¿cómo te surgió la idea de salir a tocar en el transporte público?

-Ahora estoy tocando en todos los colectivos que pueda subirme para bancarme el día a día, y todo esto surgió porque este año me fui de viaje a Bolivia, y en un momento me quedé sin un mango, y tenía la guitarra encima y dije “bueno, voy a ver de bancarme tocando”. Salí a tocar dos días, me fue recontra bien por suerte. Me metía a los restaurantes de allá de Bolivia, y solía tocar canciones de León, de Charly, que me sorprendía porque los conocían, y también alguna canción de Callejeros, de Cielo Razzo… y en ese proceso de tocar en vivo me llevé cosas muy lindas, experiencias de compartir cosas muy copadas.

-¿Y qué respuesta obtenés de la gente que viaja?

-En los bondis es tremendo, porque es primero que nada una conexión con la gente sarpada, de cambiarles el día, ves a la gente contenta, y me llega mucho, porque siempre tuve ganas de salir a comprometerme con la música y ahora estoy saliendo todos los días con la guitarra al hombro. Es genial.

-Que alguien se saque los auriculares debe ser un pequeño triunfo personal…

-Los triunfos los veo cuando hay un bondi que la gente aplaude y aplaude. Yo nunca pido que aplaudan. Hay veces que la gente te dice “loco me cambiaste el día”, y también me hace muy bien eso. Lo que más me gusta que pasa con la música arriba de un medio de transporte es que normalmente cada uno viaja en su mambo, todos separados, cada uno en la suya, y de golpe te subís, tocás un tema y como que la gente se termina uniendo. Me han pasado en bondis que terminaban todos aplaudiendo al ritmo de la música, y festejando, y es algo muy zarpado.

“La vida musical de una persona es todo un transcurso”

-¿Por qué “La caminata”?

-La vida musical de una persona es todo un transcurso, que tiene un montón de pasos. Vos mirás la vida de cualquier artista y tiene un montón de discos y formaciones. Y la idea es en el camino ver qué pasa. Tuve la oportunidad de hacer un viaje a Europa de dos meses, y este año de estar en Bolivia y Argentina casi un mes, y me di cuenta que en el camino en los momentos en que está más perdido, y no sabe para donde mierda ir, en esa caminata y en ese camino aparece gente y cosas que no te la podés creer y que son las mejores. Entonces eso es la idea de la caminata, que en el camino vaya apareciendo gente… la idea es que en ese viaje, en esa caminata de tocar solista, vayan apareciendo músico que realmente se copen con las canciones y tengan ganas de armar una banda.

-¿Qué podemos esperar del show del viernes?

-Se van a divertir mucho con un show acústico, con las canciones mías que tienen una letra y una melodía  que están buenas para que vengan a escuchar, y también unos covers para relacionarse más con los que no conocen mis canciones. La entrada está 30 pesos, para mí es un garrón, pero con esa entrada se van a llevar más adelante un disco de regalo con algunas canciones para que escuchen en casa.