Cuando un cantante se va

La salida de un frontman puede cambiar por completo el sonido de una banda o la forma de trabajo de cara al futuro. Muchas veces, la misma puede significar el final de la misma, pero en el país hay casos emblemáticos de bandas históricas, que han continuado pese a todo. Bersuit Vergarabat y Gustavo Cordera, Los Pericos y Bahiano, y Attaque 77 y Ciro Pertusi, tienen como denominador común cambios profundos en distintos puntos de su carrera, más allá de la obviedad en la novedad de la voz.

Luego de un disco raro, que llevaba un signo de interrogación como nombre, Bersuit Vergarabat decidió encarar shows en el Luna Park con una característica más que especial: tocar solo las noches de luna llena del año 2009. Fueron solo dos, en abril y mayo, ya que luego de este último la banda entró en un parate, el cual nunca quedó muy claro para sus seguidores.

De esta división salieron tres bandas: Cordera, en formato solista; Juan Subirá y su Fisura Expuesta; y De Bueyes, que tenía casi toda la base de Bersuit, excepto Tito Verenzuela. Los shows se sucedían y los músicos se cruzaban en los distintos shows de cada uno de los proyectos, excepto en el del frontman calvo que había editado un disco cuasi pop, dejando el lado “border” que lo caracterizaba.

El año 2011 trajo la excelente noticia de la vuelta de la banda, pero sin Cordera, quien por decisión propia se bajó de la vuelta por no compartir las razones de la misma. La banda tuvo que amoldarse durante un año y monedas al nuevo formato y editó «La Revuelta», el cual fue creciendo a medida que pasó el tiempo. Al 2013 la banda se encuentra tocando varias veces al mes, casi sin parar, y preparando un nuevo placa luego de haber festejado los 25 años con tres shows agotados en el Vorterix.

Si hablamos de cambios luego de la salida de un vocalista, tenemos que nombrar a Attaque 77. Apenas editado el DVD grabado en Flores, en lo que fue la presentación de «Karmageddon», Ciro Pertusi abandona la banda. Mariano, Leo y Pablo decidieron seguir con el proyecto, encerrarse en Cordoba y editar «Estallar», el cual no tuvo tantas repercusiones y se lo nota como un típico disco de transición.

Sin embargo el éxito nuevamente los albergó, pero esta vez con la propuesta del formato acústico. En 2011 decidieron armar un show que recorre casi 25 años de banda, que presentaron en noviembre en el Teatro Opera. A partir de ahí lograron llevarlo, con funciones agotadas, por todo el país. Esto era algo impensado en la época punk de Attaque, pero sucedió, y hoy son más los shows desenchufados que los eléctricos en la banda liderada por Mariano Martínez.

El último caso es el de Pericos. En 2004 Bahiano decide salir de la banda con un cruce de palabras bastante picante, raro en la escena, ya que la mayoría de las veces las verdaderas razones nunca salen a la luz. El resto decide continuar y Juanchi Baleirón toma la voz principal, al tiempo que se edita «7», un disco más rockero que lo último que venían haciendo. El nombre, justamente, es un homenaje a la salida del frontman calvo.

Con «14», vuelven un poco más al reggae sin abandonar su nuevo sonido, y la banda, en cuanto a la convocatoria, hace pie en el exterior más que en el mercado local. Al día de hoy, luego de la edición de «Pericos & Friends» (¿acaso el mejor disco de la banda?) en 2011 vuelven al reggae roots y de vez en cuando mechan presentaciones acústicas en reductos como el Teatro ND Ateneo.

Las tres bandas siguen en pie, cada una con sus particularidades y sus diferentes caminos, pero con pasos firmes pese a la brusquedad que significa el cambio del cantante. Probablemente el éxito en cuanta a la exposición y la masividad ya no sea el mismo, pero esta no es la única variante del mismo. La calidad existe y persiste, y más de veinticinco años de historia los avalan.