Los Sedantes: El lado oscuro de la luna
De día, el ritmo de la calle San Martín al 600 es frenético. Los bocinazos, los motoqueros kamikaze, los portafolios que se chocan -vacíos o llenos de billetes de dudosa procedencia-, el hastío. De noche, los chicos y las chicas toman cerveza en la vereda del chino, conversan sobre música o cine, se ríen y…