Los Cafres: La frescura de la madurez
El teatro Vorterix estaba lleno. Literalmente lleno. No entraba un alma más. El telón se corrió y bajo la ruidosa bienvenida sonó primero la percusión, luego la batería y de inmediato el bajo. El resto se fue acoplando enseguida, las guitarras, los teclados y la sección de vientos. De este modo Los Cafres abrieron el…