
Cadena Perpetua: Un Luna picante
La voz de Frank Sinatra todavía zigzagueaba entre algunas de las butacas. Entre miradas atornilladas al piso, absortas por las piruetas de los Harlem Globe Trotters, y las palmas que desde 1984 aplauden estoicas las cuatro funciones de La Negra Sosa. El Luna Park, camuflado por dos telones que anulaban sendas populares, recibía a los…