
Antorcha, un attaque de culpa
Subís al subte. Te sentás. Pasan dos estaciones y aparece una nenita pequeña, de tez morena y trenza desarmada con una muñeca en una mano y en la otra, un papelito fotocopiado que apoya sobre tu falda. Dice que necesita dinero, que el alquiler, los hermanitos, la comida. Te da lástima. Te preguntás por qué…