El año pasado Los Antiguos se despacharon con un discazo, como para decirlo lisa y llanamente. Oro Para Las Naves, además de contar con nueve canciones bien poderosas que demuestran a una banda bien consolidada, salió en una primera edición cubierta con un packaging artesanal en el que el disco se encuentra en una nave espacial, construida de aluminio, imanes y luces. Un objeto perfecto de colección.
“Fue un iluminado delirio del Pato (Larralde, voz), quien vino con la idea del nombre y ahí nomás el concepto de plasmar parte de nuestra iconografía representativa con un formato de plato volador y todos los chiches que incluye”. Así nos resume el baterista Pablo “Huija” Andrés el nacimiento de este proceso y reconoce que “llevarlo a cabo fue algo bastante largo y complicado en cuanto a diseño, matricería y elección de material de construcción. Pero el resultado final bien lo vale ¿no?”.
Vaya si valió la pena, que terminó siendo una decoración perfecta a una música exquisita que recibió recientemente la nominación a los Premios Gardel 2020 en la categoría Mejor Álbum Rock Pesado/Punk. Un verdadero reconocimiento para una banda independiente nacida hace ya ocho años por músicos que ya venían pateando el circuito en diferentes proyectos desde hacía muchos años. “Para nosotros representa una alegría y un honor que nos reconozcan, sobre todo por ser una banda autogestionada e independiente. Sabemos que todo lo logrado es gracias al boca en boca de la gente y a un trabajo constante de shows y giras por todo lugar al que podamos llegar”.
-El disco ya venía con una muy buena recepción, no solo del público sino también de la prensa. ¿Cómo lo ven hoy ustedes mirando hacia atrás, a más de un año y medio de lo que fue su grabación?
-Nos tomamos nuestro tiempo en terminarlo y ahí nomás empieza el ciclo de shows que acompañan la presentación del disco, o sea que todo es parte del mismo bloque temporal que conforma el período Oro Para Las Naves. Dicho bloque se viene prolongando debido a este parate obligado por la pandemia y su consecuente cuarentena y suspensión de eventos en vivo. Para nosotros este ciclo no terminará hasta que podamos terminar de presentarlo en vivo.
-Más allá de estas buenas noticias, ¿cómo es hoy su cotidianeidad musical en tiempos de pandemia?
-Por ahora es de confinamiento, charlas estratégicas o intercambio de ideas hasta que podamos juntarnos a ensayar y componer temas otra vez. Somos una banda que trabaja mucho en persona, en el mismo espacio, necesitamos eso.
-¿Cómo ven el futuro cercano de todo el mundo musical a partir de las actualidad y las consecuencias que golpean a toda la industria?
-La «Industria» siempre encuentra una manera de seguir beneficiándose ante casi cualquier circunstancia que no sea de destrucción total de la sociedad, seguramente, y creo que ya lo estarían haciendo, al empezar a grabar y cobrar el consumo de música por medios virtuales y demás formatos antes gratuitos o con contribuciones voluntarias. Las bandas veremos si nos adaptamos a esto o si seguiremos esperando que todo vuelva a la normalidad según el grado de necesidad de cada una.