Monzón del Rock se prepara para una ocasión especial: el festejo de sus diez años de historia que los encontrará recorriendo toda su discografía el próximo 12 de octubre en The Other Place (Gascón 104, CABA).
“Estamos cada vez más serenos”, repasan de entrada mirando su actualidad. “Cada uno tiene una tarea definida, los ensayos se llenan de amigos que alguna vez fueron parte y el show va tomando forma a la misma vez que se va disfrutando el instante”, explican a la hora de contarnos cómo es la previa de una noche que sin dudas quedará grabado en sus retinas por siempre. “Estamos trabajando en todos los detalles, con mucho humor y responsabilidad”.
Oriundos del barrio porteño de Parque Chacabuco, diez años después son distintos que ayer pero casi iguales. “Vivimos en el mismo lugar, y sin dudas que conservamos la amistad y el respeto. ¡Y también los músicos con los que tocamos! Muchos de ellos estarán invitados para el show que se viene”.
-¿Y algo que haya cambiado?
-Claramente nos creció la panza, tenemos más pelo en la cara que en la cabeza (risas). Pero la pasión es la misma. Ahora disfrutamos más el momento sin pensar en el resultado final.
-Han tocado con grandes artistas del género, ¿quiénes fueron los que más los sorprendieron en su esencia?
-Fueron muchos grossos. Los más, sin dudas que fueron Miyo Miglioranza, que es el músico más completo de Argentina; El Chizzo de La Renga que siempre nos escucha y nos aconseja desde que somos niños; el productor Guido Nisensson de los Redondos y Calamaro que nos enseñó a grabar; Álvaro Villagra que es una gran persona y el mejor técnico de mezcla; Nestor Mencia que grabo «Longchamps Booggie» en un homenaje que le hicimos a Pappo; Luciano Napoitano con quien organizamos shows juntos y nunca se olvida de nosotros; y Manuel Quieto que nos conocemos de chicos y es un gran poeta.
-Siempre tuvieron productores diferentes en los discos, ¿qué les aportó cada uno en cada momento de banda?
-En el primero estuvo Chizzo que nos fue dando su forma de ver los temas y fuimos acoplando la banda durante varias semanas y laburando en nuestra sala. En el segundo fue Guido Nissenson, un ingeniero impresionante que labura con muchas capas de violas y voces, el resultado nos sorprendió mucho… En el tercero fue Gastón Anido, tiene un oído más moderno y es un loco del pro tools, además de que fue el baterista en el disco. Y en los tres trabajos nosotros siempre fuimos productores un poco también…
