Entrevista a Nahuel Carriaga, coleccionista de rarezas de Divididos.
Mediodía de viernes santo (en remera) y en un bar de Caballito el mozo va y viene de mesa en mesa tratando de explicar el por qué de la demora en la entrega de los pedidos. Ajenos a esto, nos sentamos con Nahuel y simplemente pedimos algo de tomar. El motivo de este encuentro es dialogar con él acerca de su pasión por Divididos que lo llevó a convertirse en el máximo coleccionista de rarezas de la banda. “Mi acercamiento al Rock se dio gracias a mi viejo que, cuando yo tenía once años, me acercó un compilado de Sumo y me cambió la vida”, cuenta este pibe de 26 años y voz profunda. “Ese fue el comienzo de todo, de ahí pasé a Las Pelotas y finalmente llegué a Divididos pero siempre buscando el cover de Sumo. Luego sí me puse a investigar mejor en cada banda y lo primero que escuché del trío fue “Dame un limón” y “Ala delta” que estaban en un cd que había sacado una gaseosa, algo que ya de por sí era una rareza, ja”.
En estas épocas en las que casi todo está al alcance de un click, cuesta imaginarse a alguien buscando conexiones con otras personas que tengan su mismo interés por aquello que no es fácil conseguir. Sin embargo, esa es la forma en que Nahuel se mueve para obtener esas rarezas tan preciadas que luego escuchará cientos de veces. “Al principio grababa transmisiones de la radio pero después empecé a contactar gente que vendía piratas. Cuando conseguí todo lo que buscaba de Sumo, arranqué a coleccionar cosas de Divididos” rememora. “A veces lo que hago es un trato con el que me provee el material, si la persona tiene cassettes viejos y quiere digitalizarlos, yo se lo hago gratis pero a cambio me quedo con una copia”.
Divididos quizá no cuente con la mística que caracteriza a Los Redondos por ejemplo, lo cual hace que la información sobre los shows del trío del Oeste no sea tan fácil de rastrear. “Si bien con Los Redondos es más difícil tener precisión de sus fechas, sobre todo en los comienzos, al haber más gente interesada, la historia se va reconstruyendo. Con Divididos no pasa eso entonces es todo más complicado, no hay tantas cosas dando vueltas” dice el muchacho de Ciudadela. “El primer pirata que tuve fue un Obras 2005 grabado en Mini Disc y el que más busqué al principio fue el primer show de ellos (10 de junio de 1988 en Rouge Pub). En esa época era un imposible, me costó un año y medio conseguirlo pero lo logré. Actualmente mi pirata preferido es el show del Buenos Aires Vivo II en 1998 que se dio luego de la pancreatitis que tuvo Diego Arnedo y es muy bueno por la lista de temas y la calidad del audio”.
Carriaga cuenta que conseguir audios de ensayos es lo más complicado ya que no hay mucho material disponible pero que, sin embargo, posee algunas versiones de ensayo muy buenas como “Tajo C” en una versión distinta a la que fue editada en Otroletravaladna o un cover de “With a little help from my Friends” de los Beatles con Gustavo Collado en batería. Justamente con Collado es con quien Nahuel mantiene una relación fluida e intercambian material de esa primera época de Divididos, la preferida de nuestro entrevistado. “Los integrantes actuales y el manager saben de mi actividad pero no tengo relación con ellos más que la de ir a verlos en vivo”.
A través de las redes sociales, mucha gente le pide a Nahuel que suba todo lo que tiene pero él dice que para algunas cosas debe contar con el permiso de quien le dio el material. “Tengo el video entero de lo que fue la reunión de Sumo en Mendoza en 2006 y eso me lo facilitó alguien cercano a Las Pelotas que me dijo: “no se lo des a nadie, no lo subas”. Y cuando se cumplieron los diez años de esa reunión le pregunté a esa persona si le parecía bien subir algo y me dijo que sí. Por eso publiqué en Youtube el video de “Disco baby disco” que tiene la rareza de contar con el Bocha Sokol en batería. Pedir que se suba material es fácil pero muchos no quieren moverse para conseguirlo, esa es la gracia, a mí me gusta y me cuesta esfuerzo lograr tener todo lo que busco” explica Nahuel a quien también muchos le piden que arme el museo de Divididos. “Hacer algo así demandaría mucho tiempo y por el momento no es posible” se excusa mientras sueña con algún día escuchar en vivo las versiones de “Along the watchtower” de Dylan o “Heroína” de Sumo que escuchó mil veces en algunos de sus piratas.
