Si consideramos una visión arquitectónica sobre la música, la instrumentación, la rítmica y los silencios (entre muchas otras cosas) son los pilares y las bases de una estructura. Pero la música es un fenómeno humano y no está ajena a una realidad que está compuesta por historias. Así entonces la lírica y el contenido son el alma de esa construcción. Por eso hacer canciones no es sólo una cuestión de destreza, porque para poder conmover es necesario un conjunto de conexiones de todos los elementos antes mencionados.
Escuchar a Juan Rosasco en Banda en vivo es un paseo por las emociones musicales propias del mundo de un artista, el cual está gozando de un crecimiento artístico y de público.
Ante un Teatro Sony repleto, el quinteto arranca con “Calabaza” un tema que aún no fue editado. Seguido llega “El Club De Los Hombres Nuevos” de Cuentos Para Coleccionar (2014), un disco que es una joya en cuanto a edición y concepto, en un momento en que el formato tradicional del CD está mutando y no se sabe bien cuál será el futuro de este tipo de trabajos.
Promediando el show se nota que el excelente sonido del lugar permite que la banda esté en su mejor versión para un público que está particularmente atento. El trío conformado por Bruno Fornasari (batería), Sergio Maza (bajo) y Cristian Andolfi (guitarra), sumando a los teclados que alternan Juan y Paola Acosta conforman una fuerte base armónica y rítmica. Mención aparte para el trabajo vocal de la banda. Todos hacen coros y alternan voces, a veces en forma de cannon, y otras veces como duetos, especialmente en el tándem Rosasco/Acosta, explotado fuertemente en el trío de temas “Nada” (del disco Oscurito, 2005), “Luciérnaga” y “Borrosa”. Este último es un hermoso tema con ritmo de zamba y explosión final rockera, interpretado magistralmente por el piano y los coros de Juan, como soportes de la exquisita voz de la cantante, quien se lleva una de las ovaciones más fuertes de la noche.
La intimista “Toxi” emociona por su historia, su letra y la sentida dedicatoria a la madre del autor. La sorpresa (o no tanto) de la noche llegó al final cuando subieron como invitados tres de los miembros de Los Tipitos (dos de los cuales fueron productores de Cuentos Para Coleccionar). Interpretaron “Flor Negra”, hit Tipito, y la muy esperada y celebrada “Hipnosis”, el tema más conocido de Juan Rosasco en Banda que marcó un falso final.
Pero el público quería más, y fuera de lista volvieron los cinco al escenario para tocar “21 Primaveras” que tiene todo lo que pide una buena canción: es la conmovedora historia de alguien que vivió en carne propia el terrorismo de Estado en la época más oscura que tuvo este país. Final emotivo para una noche emotiva, tanto para el público como para la banda.
Los seres humanos somos contradictorios y Juan Rosasco es un artista comprometido con su arte, con su ideología y sus creencias. La autenticidad que expresa se nota y se juega mucho más que varios cantautores. Así es que su obra desnuda las miserias, las tristezas, los miedos, las inseguridades, la alegría y la esperanza de la persona que está detrás de las canciones.
Foto: Mechy Monticelli.