El pasado fin de semana, viernes 22 y sábado 23 para ser más exactos, la banda que viene de telonear a Paul McCartney en La Plata y sigue girando con su más reciente disco “Cariño Reptil”, repasó su discografía en dos fechas temáticas a sala llena.
Beatriz salió a barrer el teatro Vorterix el viernes desde temprano al ritmo de “Para DVD”, a la cual se le enganchó “Piel de Cereza”, versión del tema de Alfredo Casero en la que se destaca el tremendo solo (el primero de tantos) de Pablo Vidal con su saxo. “Cariño reptil”, tema que da nombre a la última placa, inaugura la incursión en los nuevos temas en el setlist y el primer pogo bailable que sacudió la remolona para ir calentando un campo repleto.
Las pantallas del teatro, ubicadas en los laterales sobre las barras, ilustraban claramente la velada. Por el vestido de Beatriz, la imagen que funciona como tapa del primer trabajo de la banda, se desliza una cola reptiliana. El principio y el presente, lo primero y lo último de El Kuelgue encuentran su espacio para un show sin demasiados frenos, los cuales se adornan por las desopilantes intervenciones de Julián Kartún, segundeado por su co-equiper Santiago Martinez, quienes se conforman como una autentica y verdadera dupla de showmans. Sus estilos aportan frescura y desparpajo al excelente nivel musical que maneja el grupo. Individualidades destacadas, ritmos varios y una gran teatralidad hacen del show una fija para pasar una noche más que diferente.
“Bienvenido a Beatriz” fue la introducción para “El paraíso de los perros”, que finaliza en un “feliz cumpleaños” cantado por todo el público presente y agradecido por cada uno de los músicos. Doce años en las tablas se festejan con “Ángel caído” en una versión a lo big band con una fila de vientos bien completa: alto, trompeta, barítono y trombón, se suman a Nicolás Morone en guitarra y a Juan Martín Mojoli, un tremendo bajista que lleva a la perfección el pulso de El Kuelgue junto a Tomás Baillie en batería y Willy Díaz en percusión.
“Rombo del lago” y “Verte feliz”, dos excelente temas de Cariño Reptil, amenizan la velada para pasar la festejadísima “Rucucú Candelmo”, parte de esas intervenciones que rozan lo absurdo y no dejan de arrancar carcajadas entre el público.
Se prometían varios artistas invitados y poco a poco fueron apareciendo promediando el show. Emme en un fantástico dueto con Kartún hace un popurrí que va de “My girl”, clásico de The Temptations hasta “Man in the mirror”, en una gran interpretación del tema de Jackson, para dar luego paso a la divertida “Se va a Warnes”. Nazareno Casero sorprende con un rapeo furioso y oficia de presentador en una improvisada humorada repasando cada una de las cualidades secretas de los músicos luego de “Dele tiempo”. Por su parte, Santiago Aysine de Salta la banca aporta para “Bossa & people” y el gran Chucky De Ipola la descose con sus teclas en “Por ahora” y “Me gusta así”.
Llega “Tema del verano”. Aunque sin ninguna sombrilla para clavar, se anuncia que el final será a puro baile, y la gente así lo entendió entonando el cantito característico “que no se pare de bailar” emulando la melodía cuartetera de “Cartonero de tu corazón”, donde Kartún termina adentrándose en el campo y abrazado al público. La genial “Gobernador@hotmail” y un “vamos a volver” que se fusiona con el coro punk de “Esta es la gente que vuelve” le va poniendo el broche a la primera de las dos noches en Vorterix.
En la segunda noche se repasó Ruli (2013) y contó con invitados de la talla de Miss Bolivia en “Negra candombera” y la uruguaya Luciana Mocchi en la hermosa “Ayer real”. Repitieron Casero y Emme, esta última en “Rombo del lago” y “Cinema” junto a Federico Giuliani de Contransporte en bandoneón, y se sumó además Joni Chacón de Jvlian en las batas de “Por ahora”.
Reeditando lo hecho el año pasado en Niceto, trasladado a un teatro más grande como el Vorterix, y con una puesta escénica impecable con un laburo desde las luces increíble, El Kuelgue festejó sus doce Carlos con la satisfacción de ir en camino ascendente hacia las grandes ligas. Con actitud, amor y respeto, cuentan entre sus logros tres discos repletos de incoherencias y buenos sonidos, ideales para bailar y sonreír.
FOTOS: Carla Lucero Tobar.
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