Casi diez años pasaron para que la banda liderada por Iván Noble tenga su pico de popularidad, el cual coincidió con un su mejor momento como compositor. En la segunda mitad del año 1998 llegaba a las bateas La Paciencia de la Araña, quinto disco de los del Oeste, quienes venían en franco ascenso en lo que tiene que ver con la convocatoria. Pero lo que llegaba sin dudas iba a superar límites inverosímiles para todos los involucrados.
“Carlito”, “Patri” y “Hasta estallar” eran los hits más fuertes de Los Caballeros de la Quema hasta que llegó “Avanti Morocha”, el tema que los instaló en las radios comerciales día y noche, a toda hora. El video rotaba constantemente, era un momento de quiebre para la banda que tenía a Pablo Guerra y a Martín Méndez entre sus filas. Algunos atreven a decir que este disco fue el principio del final…
“Rajá Rata” y “Malvenido” abren la placa de manera potente, con arreglos de vientos en el segundo que lo acercan al reggae y a estilos que no eran frecuentes para la banda. Este fue el primer corte del disco, que si bien tuvo su momento, pasó totalmente desapercibido después de que “Avanti…” y “Oxidado” salieran a la calle como segundo y tercer corte respectivamente. La siguiente canción del álbum es “Todos atrás y Dios de 9”, una de las mejores del disco, con la poesía futbolera de Iván en su máxima expresión que nunca falla y que tanto nos cautiva.
“Oxidado”, otro de los hits y otra canción de amor de esas que a Noble le salen tan bien en su etapa de Caballeros, y también en la solista, claro. Un rockito simple, pero que abrió puertas y portones. “Mas de lo menos”, es un lado B porque es el costado crudo de la banda, ese que Manos vacías y Sangrando nos dieron a conocer.
La segunda parte tiene una trilogía que marca el mejor momento de La Paciencia: “De mala muerte”, una balada para poner en un marco y escucharla con una buena bebida en la mano; la perdedora “Huelga de princesas”; y “Me voy yendo”, un reggae perfectamente ejecutado y que renovó credenciales luego de “No chamulles” (del disco Perros, Perros y Perros).
Once son las canciones de este disco: la 10 es “Avanti morocha”, de la cual no vale la pena hablar mucho, la número 9 es “Cerrá bien cuando te vayas”, otra de las letras furiosas que nacieron de un momento de ira de la pareja. La banda tocando al palo y mostrando que no se dejaron de lado las raíces. El último apela a lo emotivo, y es el homenaje a las Madres de Plaza de mayo, dando un cierre a una placa que vale la pena repasar todo el tiempo.
La Paciencia de la Araña representa un pico creativo de una de las bandas insignia de los ‘90, una de las tantas que se perdieron y que nos privaron de muchos buenos discos, gracias a lucha de egos o a la razón que sea. Iván Noble estaba en un momento único, lo que siguió fue Fulanos de Nadie, otro material repleto de buenas canciones, pero que marcaron el adiós de la banda de Morón.