Vamos a ir de a poco para no marear al lector: el multifacético Hoby De Fino estuvo metido en todas estas cosas: trabajó con Mateyko, escribió un libro de rock con Miguel Grinberg, hizo cine, estuvo dentro del mundo de la moda y, además, como si esto fuera poco, estuvo conduciendo “Que se vayan” en la Rock and Pop. Hoy, alejado de la radio, pero no del mundo del rock -y muchos menos del mundo de “Hacer todo el tiempo”-, es el conductor del programa de entrevistas “El visionario”, que sale por la señal de cable Quiero. Ah, perdón, pero se me olvidaba contar algo más: actualmente es asesor de la astrologa Ludovica Squirru.
En el segundo piso del Restaurante Frattempo, en el barrio de Recoleta, está Hoby De Fino sentado, revolviendo una taza de café, mirando atento todo lo que tiene alrededor. Quizá ya encontró algo nuevo para hacer mientras espera la primera pregunta. “De todas las cosas que hice, la radio es el lugar que más me gusta, es el lugar donde me siento más cómodo”, dice mientras juega con la cuchara. Agarra su celular y lo mira, parece que contesta un mensaje “Vos preguntá eh, yo te escucho”, larga con soltura y una actitud confiada y amable.
“La radio es mi pasión, yo empecé ahí. Cuando salí de la Rock and Pop tuve varias ofertas, pero en ese momento preferí descansar y tomarme mi tiempo. Me gustaría volver a la radio, pero veo que ahora no es tán fácil. Hoy si no estás alineado a algo político, o bajo un esquema que le sirva mucho al director de la radio, es complicado”.
“Presentar un tema en la radio es lo que más me llena, trato de trasmitir todo lo que siento cuando lo hago”, sentencia como para dejar bien en claro cuál es su verdadera pasión dentro de los medios de comunicación. Actualmente, De Fino, sale una vez por semana al aire con su programa de entrevista “El visionario”, un programa que sorprende dentro del rock, porque trata de dar lugar a las bandas emergentes. “Las bandas que salen en el programa las elijo yo, me guio un poco por mi gusto y además trato de buscar y estar atento a las cosas que están sonando”, aclara. “Del rock de hoy, hablando de bandas nuevas, me gusta mucho Eruca Sativa, La Armada Cósmica y Utopians”.
“Consumo mucho más rock de acá que de afuera, es una cuestión de identidad. Después también me gustan los clásicos: Charly, Los Abuelos, Manal” reconoce, y aclara que de afuera, de las últimas cosas que salieron, el que más le gustó fue Jack White. La pasión de Hoby es la música, y se le nota cuando habla –sin olvidar, claro, el fetiche que tiene con la ropa y la parte estética-. “En mi vida gasté plata solo en dos cosas: ropa y música. Siempre cuando me levanto pongo un disco, generalmente algo en castellano, al menos 5 minutos antes de salir tengo que escuchar música”.
“Tengo un ojo curioso, un oído inquieto. Eso me permite descubrir cosas nuevas. Tengo una gran facilidad para destrabar quilombos”, declara, y esa última parte de “Destrabar quilombos” la tenemos que tener en cuenta, y mucho, porque parece ser la clave que lo hace estar, por ejemplo, trabajando hace más de 26 años con Ludovica Squirru. “Con Ludovica nos conocemos hace mucho, de hecho ella fue un nexo para que después haga con Grinberg el libro “Apasionados por el rock”. Con ella yo soy bastante multimedia, hago un poco de todo: asistente, productor, y hasta hace 8 meses era su agente literario, de eso me bajé porque no es fácil, pero sigo haciendo otras cosas. Me gusta trabajar con Ludovica”.
Después de terminar una charla con Hoby Defino uno se va con la idea de que estuvo entrevistando a muchas personas a la vez. O sea, con la certeza de que realmente estuvo con una persona multifacética, un trabajador incansable. El escritor inglés Chesterton decía que si de verdad vale la pena hacer algo, vale la pena hacerlo a toda costa. Y así parece encarar cada proyecto en su vida Hoby De Fino, con la certeza de que cada cosa que hace vale la pena, y hay que hacerlo a toda costa.