La banda de punk Explenden vuelve al Salón Pueyrredón, local por excelencia del género en la ciudad de Buenos Aires. El viernes 15 de noviembre será el momento de ver y escuchar las canciones de Desaparece el Mundo, flamante álbum de cinco canciones recientemente editado. Aprovechamos la ocasión entonces para hablar con sus cuatro integrantes: Moco (voz), Emiliano Cansino (batería), Peti (bajo) y Fede González (guitarra), como así también con el Mono, encargado de visuales y organización general.
“Agregamos muchos ensayos para estar al detalle, para ajustar cada una de las clavijas que hacen a un show, tratamos de apegarnos mucho a las canciones a lo que el oyente de la banda escucha en los discos, estamos respetando mucho eso, ya que ellos son los que nos hacen parte de su vida cotidiana cuando escucha en cualquier lado nuestras canciones”. Esto nos cuenta el guitarrista Federico González, recientemente ingresado a la banda, a la hora de hablar del concierto que se viene.
“Tocar en el salón es como tocar en nuestra casa”, agrega el Mono, encargado de visuales y organización de la banda. “Es de los últimos lugares contraculturales que quedan, donde podés ir a tocar, mostrar tu arte y expresarte libremente. Siempre estaremos cómodos de tocar ahí”.
“Tenemos una lista muy poderosa, canciones que no se hacen hace mucho y eso requiere mucho laburo, de ensayo grupal y práctica individual”, resalta Fede y remarca en varias ocasiones la palabra “intensidad”, al tiempo que resalta “que la gente se vaya contenta a su casa es primordial, tratamos de impactar y conmover de la forma más real, respetando la historia de Explenden”.
Desaparece el Mundo fue grabado con el aporte de Edu, bajista de Cadena Perpetua, en la grabación de bajo y batería, y de Federico Pertusi en lo que fueron las guitarras y las voces. “Vivimos toda la producción con mucha alegría, mucho trabajo y seriedad”, nos cuenta el bajista de Explenden, Peti. “Nos sentimos muy cómodos y a gusto con lo que pudimos plasmar en las cinco canciones. Los mayores aportes de Fede y Edu, más allá de lo técnico y el apoyo constante, fue interpretar el mensaje que queríamos dar, encontrar el sonido que buscábamos. Quedamos muy contentos de un lado y del otro, y se armó un equipo en el cual pudimos disfrutar todos”.
El baterista Emiliano Cansino, por su parte, remarca también la importancia de los ensayos: “La grabación se logró gracias a varios ensayos para terminar de pulir y definir arreglos de las canciones. Todo fue fluyendo muy bien musicalmente porque teníamos dos personas excelentes que saben mucho de música”.
―¿Cómo ven a la escena punk en la actualidad?
Moco: ―Respecto a las dos bandas más grandes, Attaque no está tocando y Los Violadores por razones obvias no existen más. La segunda camada del punk rock hace reversiones de sus mismas canciones, invitan traperos o festejan años de discos que pasaron hace mucho, no hay prácticamente canciones nuevas de esas bandas. Atrás de eso hay bandas de menor convocatoria, algunas pueden ser under, igual yo nunca entiendo esa palabra o al menos no pienso que signifique lo mismo de lo que piensa mucha gente, pero hay buenas bandas ahí. Y con respecto a lo que es escena, yo creo que escena es cuando bandas funcionan juntas o crean algo en común, eso no lo veo, no veo compilados de bandas, como aquel Invasión ‘88. Si hubo algo de eso, la verdad me lo perdí. No veo una escena de punk en el sentido que creí de joven que existía, en los ‘90, donde también estaba el compilado Mentes Abiertas. No veo algún compilado en esta década, no imagino chances de que ocurra algo con el mismo espíritu. Comercialmente sí, esta década está más apiolada, pero el negocio ya está muerto. Artísticamente me quedo con otras décadas del punk argentino, claro que en esas épocas estaba todo por inventar, o al menos por robar por primera vez, ahora estamos robando al que robó del que robó.