No Importa, Así Van a Entrar las Mariposas es una banda de Zona Sur del Gran Buenos Aires nacida en tiempos de pandemia, que el año pasado lanzó su nuevo álbum Vamo a Cagarla, trabajado con dos duplas de productores artísticos: Juan Bruno y Pepe Céspedes (Bersuit) por un lado, Santi Martínez (El Kuelgue) y Julian Scarinci (El Club de los Elefantes), por el otro. Estos últimos, además, ya formaron parte del primer material de la banda.
―¿Cómo deciden sumar otra dupla de productores?
―La producción arrancó con Juli Scarinci y Santi Martinez, pero por una cuestión de tiempos ellos sólo nos podían producir cuatro canciones. Es ahí cuando pensamos en Juan Bruno y Pepe Céspedes. Les comentamos la idea, hablamos de la banda, nos reunimos, les pasamos las maquetas y al toque se coparon con la banda. También eligieron cuatro temas y entonces nos dimos cuenta de que ya teníamos un disco.
―¿Cómo se fue dando la dinámica a partir de esta forma de trabajar?
―Cada grupo de canciones se hizo con sus tiempos y sus estilos. Si bien puede ser que lo mejor para un disco es que no haya tantas manos tocando el material, creemos que tuvimos la suerte de laburar con grandes profesionales que aportaron lo que más sabe cada uno, ya sea su fuerte instrumental, su funcionamiento en la edición o herramientas de producción que se van ganando a lo largo de los años. Y por sobre todo sumó que cada dupla de productores era consciente de la dinámica que teníamos para crear el disco y que había una comunicación entre las partes. También fue fundamental el laburo de Martín Pomares que hizo el mix y el master del disco, donde logró unificar las canciones laburadas por diferentes productores.
―Son una banda con una propuesta muy diversa, ¿cómo llegan a distintos estilos? ¿Nacen así las canciones o hay una búsqueda de llevar cada pieza por diferentes caminos?
―Creo que llegamos a diferentes estilos porque es lo que nos gusta o lo que escuchamos. Cómo “un poco de todo”. En cuanto a la búsqueda varía bastante. En el primer disco metimos un reggae, un candombe, una balada y una canción más popera y cómo medio que tenemos un cohete en el pantalón y nos podemos aburrir fácil, esos géneros intentamos no repetirlos. Lo que define el género es el sonido o la letra. “Asado” por ejemplo nace de un estribillo pegadizo y cumbiero, pero en su estrofa muta a algo más rapeado y rockero. Si la estrofa hubiese sido toda con base de cumbia capaz nos hubiera parecido una meseta el tema en general y a veces tratamos de darle esas progresiones o dinámicas para que la canción no se estanque. O porque, insisto, tenemos un cohete en el pantalón.
―Justamente las letras tienen una originalidad muy necesaria para estos tiempos, ¿encuentran algunos artistas que pudieron haber sido influencia en lo lírico a través de los años?
―“Lucho, por supuesto viejo” (risas). Y no sólo los artistas son del género musical. Por eso la referencia a la cita de Andy, aunque si bien es músico, entre mil cosas, proviene de un programa de televisión. Si nos guiamos por la música y la lírica tenemos que nombrar a Bersuit, Babasónicos, Divididos. Si nombramos a Spinetta, Charly o Cerati puede sonar un poco egocéntricos, pero sin duda hay algo ahí que nos dio de comer aunque no lo hagamos de igual forma que ellos. Todas son bandas que quizá la frase no se decodifica de manera simple, tienen frases muy visuales que para uno pueden ser algo muy claro pero para quien le escucha puede tener otro significado. Y “por supuesto” toda referencia cultural de comedia absurda, scketch o material de archivo de televisión también forma parte de nuestra lírica, desde el “chino cirujano” de Crónica TV hasta Iorio, quién nos ha regalado grandes frases, diciendo “nafta de avión al motor”.
