Cinema Verité: Los sobrevivientes

La banda homenaje a Serú Girán y a Charly García llenó La Trastienda con un show imbatible conmemorando los 45 años de La Grasa de las Capitales.

Cuatro pibes sub 40 se paran en el escenario de La Trastienda. Ellos son los Cinema Verité. Tocan entero y en orden La Grasa de Las Capitales de Serú Girán. Lo tocan igual, respiran cada nota, cada acorde, cada solo, todos los cambios de ritmos, las tonalidades y la energía de un disco que cumple varios años más de los que ellos tienen.

El ya histórico local de San Telmo está colmado. La mayoría tiene más de 40, muchos más de 50, algunos varios más de 60. También hay pibes con sus padres y pibes que están por su cuenta, como para acercarse lo más posible a revivir lo que sintieron esos suertudos en los ’70 y en los principios de los ’80.

Emilio Citro en teclados y voz, Dante Suárez en guitarra y coros, Jere Goñi en bajo y voz, Puchi Carrera en batería. A la perfecta intro del disco en cuestión y a varias canciones más se suma Olivia Suárez, quien brilla en “San Francisco y el lobo” y “Canción de Hollywood”, último tema del álbum.

Suenan los primeros acordes de “Necesito tu amor”, de Charly, y empieza la otra propuesta del show titulado “Charly por Cinema Verité”. Hasta ahí, el público escuchaba bien atento, expectante, como midiendo la cuestión y descubriendo que estos pibes la rompen de verdad (es que, si bien había muchos reincidentes, la mayoría los veía por primera vez, y eso se iba a notar más adelante ante la pregunta propia pregunta en cuestión). Con cada tema de Charly o los más clásicos de Serú apareciendo, todo se va poniendo más enérgico y se empiezan a escuchar las voces y las palmas de todo el lugar.

La catarata es imbatible: “Promesas sobre el bidet”, “Hipercandombé» (con Juli Suárez), “Los dinosaurios” y una “Canción de Alicia en el país” (con Flor Wosh) que libera el cántico de “la patria no se vende” desde todos los costados de La Trastienda. “Eiti Leda” eriza la piel y Citro demuestra su calidad musical, tanto desde las teclas como en su voz. Pero, insistimos, nos maravillamos con cada intérprete, porque la batería es un reloj que marca el pulso por momentos hasta mejor que la original, el bajo fretless a lo Serú es hipnotizante, y solos de guitarra son exquisitos.

“José Mercado” y “No me dejan salir”, además de ser dos temazos, marcan un mimo interno para los más cercanos a la banda, porque se suma Leandro Juárez en el bajo y por un ratito está tocando Circus Dei, banda más que recomendable y de la que forman parte la mayoría de los integrantes de Cinema Verité.

A esta altura, la corista Olivia Juárez le pone una energía y una onda que nos hace sentir en los mismísimos ochentas, todos se paran con “Demoliendo hoteles” y los bises nos dan los golpes perfectos de Serú: la emoción de “Seminare” y el desenfreno de “No llores por mí, Argentina”.

Nos vamos empachados de buena música y del más bello rock nacional. Una pareja de cincuentones sale abrazada y con lágrimas en los ojos; un sesentón se olvida de abrigarse, pero no le importa porque sigue cantando el estribillo de “Nos siguen pegando abajo” en la vereda de Balcarce; un adolescente le pregunta a su padre de qué disco es “Adela en el carrousel”. “La pucha, ¿qué año es?”, nos preguntamos. ¡Qué buen viaje en el tiempo! En la esquina pasa un auto con Bad Bunny a todo lo que da. Qué rápido volvimos al presente.

FOTO: Gentileza Cynthia Ascani