Uno va escuchando la discografía de Uchi y siente que puede viajar por cualquiera de las grandes ciudades del país, como si las urbes nos contaran ese rock tan argentino que palpamos desde hace tantos años a través de sus canciones. Cada tanto, algún pueblito más chico también, con sus ritmos tan característicos, aflora en la discografía del cantante que este domingo 5 de junio va a hacer su debut en el escenario de La Trastienda y lo espera, nos confiesa, con “muchas expectativas y entusiasmo”.
“Me encanta que mis canciones se vivan como un viaje”, agradece a la hora de responder acerca de sus canciones y reconoce que siempre le gustó el rock nacional. “Escucho mucho rock en todas sus variantes, pero como músico siempre tuve una fuerte inclinación por los instrumentos acústicos, principalmente la guitarra y el piano. Ese faceta folk, pero con la esencia rockera, y la canción como eje transversal a todo, es en definitiva lo que termina pasando con mi música”.
Esa combinación rockera y folk se ejemplifica perfecto en su último lanzamiento, “Full de ases”, en formato acústico, acompañando al original que había sido editado de forma eléctrica en el EP Sombrero Blanco (2021). “Convivo con esas dos facetas, son sinérgicas, complementarias, y se necesitan mutuamente. Me gusta hacer canciones desde el instrumento acústico (por lo general guitarra española o acústica), y luego llevarlo a una sonoridad de banda, respetando la identidad y personalidad de cada canción. Siempre me gustó la canción en su estado más crudo, el instrumento y el músico, sin enchufes, sin distorsiones, sin software. Esa es la magia de lo acústico”.
-¿Cómo fue tu cotidianeidad con la música en tiempos de pandemia? ¿Sirvió para componer mucho o esos tiempos no ayudaron a la inspiración?
-Aproveché para capacitarme en producción, armé mi estudio, y empecé a trabajar de manera virtual con otros músicos para poder seguir produciendo cosas. Empecé a trabajar con Marcelo Telechea como productor en ese formato y nos resultó muy bien. En paralelo, seguí componiendo cosas. Lo veo como un período de aprendizaje y crecimiento, tanto en lo musical como en la pata de productor independiente.
