En 2019 Rudy (Córdoba) y Las Diferencias (Buenos Aires) compartieron escenario en la provincia más fernetera y en el marco de esa gira, a la banda le robaron instrumentos. La banda de la cantante cordobesa dio con el paradero de los mismos y tras varios trámites en la comisaría solo se pudo recuperar un amplificador de guitarra con el número #6346 escrito en la parte de atrás. De esta situación tragicómica nació la colaboración para darle vida a un blues que ya se puede escuchar en todas las plataformas digitales.
“Creo que las canciones se hacen justamente para iluminar”, reflexiona Rudy al recordar el nacimiento de la obra. “En lo personal, mi terapia es así: en el peor de mis días o ante una situación poco amigable, poder hacer una canción me hace sentir que estoy aprendiendo algo, que estoy pudiendo elaborar cosas. Se siente un alivio, por eso es tan importante la música y el arte en nuestras vidas como gestos de expresión y reflexión”.
Tras un primer disco (El Reino, 2016) fresco y naif (en propias palabras de la cantante) llegó el año pasado Corredora del Desierto, bastante diferente y bien posicionado en el rock y el blues, asentando a Rudy como una referente local del género. “No creo que mi música esté consolidada en absoluto”, confiesa de todas formas, reconociendo que todo es un aprendizaje constante. “Sé que estoy aprendiendo a manejar ciertos géneros y a trabajar cierto estilo, también sé que he logrado generar cierta metodología a la hora de componer. Pero si me volvés a correr de mi zona de confort y me das algo nuevo, tengo que volver a ser alumna y aprender. Eso es lo lindo, que es infinito el desafío y el crecimiento. Sentirme consolidada musicalmente podría ser un grave error”.
-¿Cómo se está dando tu relación con la música en esta cotidianeidad en tiempos de pandemia?
-La música forma parte de mi vida, ¡para bien o para mal! No puedo dejar de pensar en eso, ni de escuchar ni de hacer. Así que imaginate que teniendo más tiempo libre, el volumen de producción creció. Aprendí bastante guitarra, compuse un tema por día durante un mes y medio, preparé como nunca el disco que estamos por grabar. Pensé demasiado en todo. Pero cabe aclarar que yo soy ansiosa, con pandemia o sin pandemia.
-¿Cuáles son tus primeros recuerdos con la música, tanto como aquellos primeros artistas que escuchaste como las primeras veces que empezaste a practicarla?
-Mis primeros recuerdos fueron aprender piano a los cinco años con un profe del barrio que me enseñaba jugando. Yo era súper chica y recuerdo que amaba ir a sus clases porque me divertía. Después, a los seis, empecé el método suzuki y la exigencia subió un poco. Sí tengo la imagen de mi papá sentándose al lado del piano para escucharme tocar el “Cumpleaños feliz” con muchísimo amor y aplaudirme. Fue él quien me incentivó en la música, me hizo escuchar muchísimo Goyeneche, Gardel, Tita Merello, folklore tradicional como Los Chalchaleros, Los Fronterizos. Obvio que le encantaría que cantara tango, pero por ahora no está en los planes.