Desde Mendoza, Javier Montalto lanzó su primer disco solista con aires de indie-folk y rock alternativo, luego de una historia detrás en el folklore alternativo al comando de la banda Chocogüon, con la que giró por diferentes lugares del país.
Este debut discográfico se titula El Hombre Elefante (2017) y lo inspira la vida de un ciudadano inglés de la segunda mitad del Siglo XIX, quien sufría severas deformaciones físicas. Joseph Merrick era apodado como el nombre del disco, y también de la película del año 1980 dirigida por el estadounidense David Lynch y protagonizada por Anthony Hopkins.
“Yo ya conocía la historia de Merrick antes de ver la peli pero cuando la vi, me disparó una bala de arte en la cabeza”, reconoce el cantante. “La estética que maneja Lynch me mostró un lado más poético a esta historia perturbadora, por lo tanto todo se volvió más crudamente artístico, creo que ahí fue cuando me sentí identificado, creo que todos llevamos un hombre elefante adentro”.
-¿Cómo se fue dando todo el disco?
-Fue hermoso y muy natural, es mi primer disco solista y además como también soy el productor, usé los tiempos que quise y laburé con mis amigos: grabé en sus estudios, los mismos donde nos juntamos a jugar a la play o comer asados, y pudimos hacer tantas tomas de los instrumentos cuanto quisimos. A pesar de todo eso, el disco desde la composición hasta tener las copias editadas en mano, llevó once meses en hacerse… todo muy rápido y eficaz.
-¿Cómo se prepara todo para el show en Monteviejo de este 6 de septiembre?
-Va a estar divertido, armé una banda mezclando músicos de Mendoza y de Buenos Aires que es seguramente con la que voy a seguir tocando acá. Viene de invitado a cantar Nicolás Pauls, vamos a tocar casi todo el disco y algunas canciones de Chocogüon. También el lugar es hermoso, es como bracito de la bodega Monteviejo de Mendoza, donde se hace el Winerock, lugar en el que solemos hacer cosas. La verdad, me siento como en casa tocando ahí, buena gente.
-Llegás a Buenos Aires desde una provincia que está de alguna forma revolucionando la música joven, ¿cómo ves esta actualidad?
-Muy bien, Mendoza se lo merece, hace mucho que se hace muy buena música por allá y era hora de que se comience a reconocer en el país, que acá en Buenos Aires se empiece a hablar de eso, es como la confirmación de todo. Hay mucho esfuerzo detrás y muchos años de meterle, me encanta, está buenísimo.
-Venís con una historia detrás con Chocogüon, ¿qué es lo que más tomás de eso a la hora de encarar esta etapa solista?
-Todo, Chocogüon fue una etapa de mi vida hermosa, aprendí un montón, me enseñó por ejemplo a trabajar, no solo en la música, sino en todo lo demás que tenés que hacer, que poco tiene que ver con el arte. Me hizo conocer gente, lugares y me dio una identidad y estética musical que ahora continúo con este disco. El próximo, no se para dónde irá.