Para dejar de lado la millennial costumbre acerca que el día domingo es sinónimo de Netflix, en el séptimo día quien escribe no descansará a pesar de la larga travesía que conlleva trasladarse desde el otro lado de la General Paz hacia La Trastienda. La cita en este caso se da en el marco del ciclo Promesas del rock y el pop, que nuclea bandas en crecimiento y movimiento constante.
La primera parte estuvo a cargo de Lou Álvarez que con su bella voz, canciones y su carisma deleitó a todos los que no conocíamos su repertorio, siendo una noche muy especial dentro del marco de la presentación de su tercer disco de estudio Abrecaminos. Dentro del repertorio de Lou podemos encontrar melodías pop con letras profundas que hacen que viajemos por momentos a la intimidad de una artista con muchas cosas para decir. En un show que estuvo marcado por los invitados cabe destacar la presencia de Fitu Bocci, bajista en Más Que Uno.
Luego llegó el turno de Esencia Vudú, quienes desde hace un tiempo vienen consolidando junto a su música un público que ya podríamos tomar como una pequeña tribu o varias tribus. El show lo abrió “Tiempo Atrás” de su último disco Reflejos. Cuando promediaban los primeros temas y subía el termómetro rockero apareció un llamativo elogio hecho cartel, el “temazo” ubicó a quien escribe en un lugar prehistórico como espectador y fanático. Arriba del escenario es una fiesta, la banda suena ajustada, es notorio que se ensaya mucho más allá de que La Trastienda es un lugar para sonar perfecto. Podemos decir que estamos en presencia de uno de los mejores shows de la historia de la banda, y eso se nota con sólo mirar como disfrutan.
Ya para la segunda mitad “Enciende la mecha”, muy pedida y celebrada, se acomoda como el momento cumbre en la noche. Para cerrar a todo volumen “Polos opuestos” de su primer disco Umbral, dio por finalizado un show que quedará en el recuerdo tanto para la banda como para el público.
Para el final de la jornada Citadinos cerró esta hermosa propuesta con un show con su pop/rock bien tocado y ajustado, comandado por un gran frontman como lo es Germán Fernández. El quinteto oriundo de la parte sur de la cuidad nos deleitó con temas propios y un gran cover de Rolling Stones “In a hard place” consolidó un toque de rock y emoción a una noche que los vio como un final excelente para una jornada para todos los gustos. Nota: agradecimiento al lugar y a La Alcantarilla producciones por acercar al llano un escenario tan importante y significativo como lo es La Trastienda.
En momentos en que la música autogestionada está complicada desde varias aristas, estos espectáculos compartidos son la posibilidad terrenal para poder pisar escenarios que quizás antes quedaban lejanos. Allí el músico se puede concentrar y focalizar (al menos por un rato) en la parte artística porque todo lo demás está previsto y funcionando, y nuestro deber como medio independiente es mostrar que hay vida más allá de los shows de estadios, de las entradas impagables. Porque Buenos Aires es una cuidad con cultura rica y si uno busca, se interesa y se compromete puede encontrarse con noches como la vivida el domingo.
FOTOS: Pablo Brunotto.
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