Con más de veinte años de carrera, la banda platense Patanes está pronta a terminar su cuarto disco de estudio, y el próximo 13 de abril adelantará las canciones en Makena, compartiendo escenario con The Pokas Nueces.
Después del vendaval es el nombre de lo nuevo y fue producido por Roman Oller, quien trabajó con la banda en el disco anterior, Tan Lejos, lanzado en 2014. “Román trabaja con nosotros permanentemente y eso nos da más seguridad y frescura en los trabajos que estamos haciendo. Es sin dudas nuestra mejor etapa”, afirman al tiempo que adelantan que en julio o agosto será la presentación oficial en La Plata.
-Sienten entonces que están en su mejor momento.
-El hecho de estar trabajando hace veinte años nos ha dado madurez completa, en todo sentido, el musical, en lo personal, en la forma de encarar los proyectos.
-¿Qué mantienen de aquellos comienzos a mitad de los ’90?
-Mantenemos las ganas, la manera de vivir la música y la manera de enfrentar las canciones, la idea, es como componer y que tengan un concepto siempre las letras. Quizás hoy mantenemos más lo musical, algo más parecido a las primeras épocas que en el segundo y tercer disco.
-Han atravesado muchos cambios en estos años, sociales, políticos y tecnológicos, con Cromañon en el medio. ¿Dónde vieron más fuerte el cambio?
Nacho Caime: -Lo que cambió mucho fue la manera de compartir, antes era mucho más dividido, si te gustaban Los Redondos no te podía gustar Soda Stereo, y así sucesivamente. Hoy es todo más amplio, mucho más fácil.
Sebastían Tomassoni: -Desde que nosotros arrancamos el mayor cambio fue tecnológico, en esa época era muy difícil llegar a sonar bien en vivo y entrar a un buen estudio era casi imposible. Gracias a la tecnología eso hoy está al alcance de cualquier banda. En lo social y político creo que siempre llevamos una línea: los políticos robando y nosotros laburando.
-Desde los viejos años ’70 hasta la actualidad, La Plata no deja de sembrar bandas excelentes que trascienden la escena nacional. ¿Cuál es la magia platense?
-La Plata es una vertiente: llegan muchos chicos del interior a estudiar, muchas visiones con respecto a la música. No es nuestro caso, nosotros somos todos platenses. La verdad que creo que es una ciudad que se hace característica por la salida de bandas, no solo por la cantidad sino también por la calidad. Es una ciudad universitaria, llega mucha información y vida, creo que eso genera todo.