El último domingo en el Solares Espacio Cultural, en el centro mismo de Alta Gracia, fue Cabezones la banda que se encargó de avivar los rescoldos rockeros. El motivo fue el festejo de las trece temporadas al aire del programa “Siento Rock Nacional”, prestigiosa audición local que dedica sus tres horas al rock y al heavy argento. Los primeros en subir al escenario fueron Forjha y luego Nonos, ambos créditos locales que vienen luchando para asomar en la interminable marea de bandas. Sus amigos y seguidores poblaron la sala, sin embargo no se respiraba la emoción que despierta el show en vivo.
La temperatura se elevó un poco cuando los Cabezones ocuparon las tablas. Se presentaron en formato de cuarteto, en un escenario limpio, sin artilugios superfluos. Solo la batería, un equipo Marshall y los pedales para la guitarra, un equipo Fender para el bajo y los micrófonos empezaron a sonar con una larga intro que precedió el ingreso de César Andino, quien recibió un caluroso aplauso cuando apareció para poner su voz. “Pasajero en extinción”, “Sueles dejarme solo” fueron las dos primeras canciones, con un sonido potente, oscuro, pesado y sumamente prolijo, se mostraron afilados y con mucha escena, ahí nomás quedó claro que Cabezones tiene un presente sólido. Apoyado en su bastón el cantante demostró estar en buena forma, aunque todavía sufre por las graves lesiones que le dejó el accidente automovilístico, que protagonizó junto Gabriel Ruíz Díaz, bajista de Catupecu Machu, en 2006. Su emotividad contagiosa cuando interpretó “Mi Pequeña Infinidad” o “Irte”, fueron una muestra que Andino es un pasajero del rock que no se extingue, que tiene todavía más para decir.
Eligieron tocar una lista compuesta de temas conocidos que representaron todas las etapas de la banda. Aun con eso y la excelente performance no alcanzó para activar a un público quieto, que solo respondió con palmas y algunos gritos. Incluyeron solo dos canciones — “Te vi” y “Te Extraño” — de El Naufragio del Alma (2017), disco que presentaron oficialmente hace pocas semanas en The Roxy Live. No hubo pogo, se extrañó el roce y la transpiración, pero Andino lo intentó todo, incluso sobre el final repitió la parte final de “Frío” para que el público devolviera desde abajo parte de lo que Él entregó arriba. Se despidieron sin bises entre aplausos tibios que no hicieron justicia al intenso show que hicieron los Cabezones.
Celebramos que se haya encendido esta vela para que alguna vez el rock sea antorcha en Alta Gracia.