Para los curiosos y los inquietos no hay límites, ni distancias. Lo que hay en la superficie no les alcanza y bucean profundo para encontrar una nueva música. Rascan, escarban y cuando encuentran, allí se sumergen para recibir de primera mano la energía que sueltan los artistas en vivo.
En la provincia de Córdoba hay un under rico y variado para ver, solo hay que descubrirlo. El último sábado los curiosos salieron de Anisacate cuando el sol se despedía y recorrieron los 84 kilómetros que los separaban de Unquillo. Allí, en el Lido Arte Bar se presentaba Índigo Reggae Raíz, banda que lleva más de diez años trajinando escenarios. El escaso público les hizo pensar que el viaje había sido demasiado, sin embargo con la tranquilidad de las sierras chicas, el público fue llenando el local.
Cuando la hora de la brujas hacía rato había pasado, “Siembra” abrió el concierto y la cadencia melosa de este reggae raíz despegó de los asientos a quienes compartían alcoholes y humos. No hizo falta arenga, ni llamado para que la danza se transformara en protagonista, mientras los Índigo entregaban sus canciones. “Cosas Buenas”, “Cemento”, “Lágrimas” elevaban la vibración y fomentaban el roce. Todos los temas fueron nuevos y pronto quedarán registrados en un nuevo disco que el año próximo verá la luz. “Brilla” y “Sólido”, fueron las únicas canciones que ya fueron grabadas en el disco Otra Oportunidad (2012).
Los curiosos estaban felices por haber rasgado la superficie y que allí debajo estuviera Índigo. El sexteto originario de la Ciudad de Córdoba, que venía de compartir escenario con Riddim, dio un concierto ajustado y mágico. Con la contagiosa rítmica de Rapa, su baterista, regaron la suave energía que el reggae transmite. Así demostraron que al público solo hay que entregarle buenas canciones, bien ejecutadas. Que no es indispensable la imagen y que lo que de verdad importa es la música.
Quince canciones sonaron en Unquillo y el único cover fue “Keep on Moving”, original de Robert Nesta Marley. Quince canciones y el público pidiendo más.
Así, al final, con la pesadez de tener la noche encima, los curiosos tomaron el camino de vuelta, mientras el amanecer los corría como a vampiros que necesitan retener la oscuridad.
A los inquietos les gusta descubrir qué hay más allá de la falsa superficie que producen los medios.
Los curiosos regresaron pintados de Índigo.
Índigo Reggae Raíz – Lido Bar, Unquillo (Córdoba) – 10-12-2016