En el marco de la llegada a nuestro país del Festival internacional Rockout, se vivió una jornada a puro Punk en el microestadio cubierto Malvinas Argentinas. Casi cinco horas repartidas en seis bandas nacionales e internacionales que hicieron vibrar a una gran cantidad de público que poco a poco fue colmando el lugar.
Desde muy temprano, Los Pestos y Lash Out, las primeras dos exponentes del material argento, se encargaron de prender los motores y dar el puntapié inicial. Luego, los explosivos Anti-Flag dejaron todo en condiciones para el tramo final del festival. Los de Pittsburgh, Pennsylvania la rompieron toda con un show con mucho intercambio con el público que ya para esta altura de la tarde era bastante considerable.
Chris Barker, bajista y cantante, luce la casaca de la selección argentina y arenga efusivamente a un campo que delira cuando suenan los covers del clásico ramonero “I wanna be sedated” y “Should I stay or should I go” de The Clash. El show termina, para el deleite de los presentes, con el traslado de la batería y el bajo entre la gente para el bis “You’ve got to die for the Government”. Una grata sorpresa de una banda que ha estado en los cinco continentes y claramente conoce el arte de cautivar público ajeno.
Luego, el turno de Dead Kennedys. La legendaria banda de San Francisco, desembarcó en el Malvinas comandados ahora por Ron Greer, quien se encargó de aclarar que si bien están bastante entrados en años, el punk rock los mantiene vivos y en movimiento. Un set algo corto, pero contundente para cerrarlo con el hit del “Guitar Hero” “Holiday In Cambodia”.
A la hora indicada para los platos principales del banquete, aparecieron Hernán Valente, Eduardo Graziadei y Damián Biscotti, y Cadena Perpetua comenzó su show con la versión del tema de Go Go Dolls “I Wanna destroy you”. Bien pegado “Sigo Acá”, para un arranque muy de Malas Costumbres (2003). Los cadena recorrieron buena parte de su repertorio de más de 25 años y demostraron estar a la altura para ser los teloneros del plato fuerte del Rockout. El setlist se centró bastante en Largas Noches (2000), con temas como “Te quiero mal”, “Sobrevivir” o “Dispara”, sumados al clásico “Si me ves”.
Con el poder que los caracteriza, acompañados por grandes letras, el trío de Villa del Parque brindó un gran show que fue la previa para una nueva visita a nuestras tierras de Dexter Holland y compañía.
The Offspring volvió a la Argentina luego de tres años, y “You’re gonna go far, kid” de Rise and Fall, Rage and Grace (2008) fue la elegida para arrancar el set. Los californianos continúan con la tendencia de sus últimas giras por Sudamérica de no tocar tantos temas de los discos más recientes y centrarse más en los clásicos, esos que son los más festejados y afortunadamente no faltaron en esta oportunidad. Sin embargo, Ignition (1992), el disco que es considerado uno de los mejores de la discografía (sino el mejor) por los fanáticos, sigue brillando por su ausencia.
De todos modos, el show fue impecable y paseo, a un Malvinas ya repleto, por todos los recovecos de la extensa discografía. Desde “All I want” o “Gone Away” de Inaxy on the hombre (1997), hasta los más clásicos – modernosos como “Hit that” o “(Can´t get my) Head around you” de Splinter (2003) tuvieron su lugar, así como también todos esos temas que no pueden faltar del mítico Smash (1994). Quizá “Pretty Fly (for a White guy)”, “Why don´t you get a job” u “Original Prankster” fueron los más festejados, aquellos que por entrado el milenio sonaban sin parar en cuanta radio o canal de música había.
Noodles, violero histórico del grupo, recorre el escenario de pe a pa al trote y frena solo para brindar entre tema y tema con las primeras filas del campo. Como cada banda internacional que viene a nuestras tierras por un rato, la demagogia del “mejor público del mundo” está al corriente, pero no es problema para el campo del Malvinas festeje cada una de las frases hechas para levantar el ánimo argento.
Después de “The Kids aren’t alright”, vinieron los bises y las potentes “Americana” y “Self Esteem” le pusieron la tapa a una tremenda jornada de punk rock en el barrio de la Paternal. El frío de una pálida noche otoñal se entrecruza con el vaho provocado por un gran festival que continúa su rumbo hacia Chile, donde se suma al line-up Rammstein.
FOTOS: Pablo Mekler.