Con seis años de recorrido en el circuito y dos discos en su haber, SensaFilo despide el 2015 con su ya clásica SensaFest, la cual se llevará a cabo en esta ocasión en Club Premier (Campichuelo 472, CABA) este sábado 12 de diciembre. “Además de garantizar un lugar con cachengue hasta cualquier hora, en esta ocasión será fiesta con disfraces, La Fiesta de la Vecindad del Chavo del 8”, adelanta el guitarrista Tito Mengelatte, quien también promete premios e invita a prestarse al ridículo sin excluir a los más pudorosos: “¡Que ellos se diviertan con (y de) nosotros!”.
-«Un paisano de cada pueblo» ha sabido definirse SensaFilo a la hora de hablar de su música. ¿En dónde creen que se juntan y se conectan todos estos paisanos?
-Hoy por hoy, esos “paisanos de cada pueblo” estuvieron tanto tiempo juntos que ya son toda una etnia en sí misma. Creo que se encuentran en la sala, en los shows (tanto arriba como debajo del escenario), en cada estado de ánimo de quienes componen y de quienes escuchan. Donde suene un tema de SensaFilo, ahí estarán ellos.
-¿Cómo influyen los gustos musicales de cada integrante en la música de la banda?
-Al ser muchos y cada uno con sus gustos, eso nutre muchísimo por suerte a la hora de ensamblar todo eso y bajarlo a las canciones. Lo que llega al oído del público es la resultante de muchas horas de laburo, y manoseo y de producción de los temas, como a modo de resumen. La sala para SensaFilo es un laboratorio, donde nos la pasamos experimentando. A grandes rasgos, el ska y el rock es lo que más florece, no de manera consciente, quizás en algún momento terminemos perfilando para otro lado más latino en lugar de lo más explosivo. Honestamente no lo sabemos, no es algo que charlamos, se va dando. Quizá llegamos al tercer disco con algo más uniforme, o mismo el quilombo compositivo cotidiano sostenido en el tiempo haga de eso un estilo en sí mismo.
-¿Qué más pueden adeltantar de la Fiesta de la Vecindad de este sábado en Club Premier?
-Nos van a estar acompañando los amigos de “Persea” y “Desierto y Agua” y también, dato no menor, vamos a estar presentando tres videoclips. Con dos discos encima, nos parecía necesario hacer videos… ¡y nos despachamos con 3!! Esperemos que les gusten.
-¿Cómo ven al rock actual argentino, tanto en lo musical como en lo extra musical?
Hay bandas muy interesantes en lo musical; hay mucho, de todo y para todos los gustos. La escena emergente, a base de empuje y ganas (que superan a las trabas económicas y cierta desidia por parte de los gobernantes) sale adelante, se nutre, se reinventa. Podemos tener lugares y recursos limitados, pero somos un montón de bandas y solistas en el circuito under, que no tenemos nada que envidiarle a ciertas bandas que están en el centro de todas las marquesinas. Y eso nos lleva a lo extramusical: hay una monopolización de los espacios centrales. No entrás si no firmás con tal, si no entregás tu creatividad en detrimento de lo comercial; si no tranzás con la runfla de rufianes que mercantilizan el arte; mucho concurso que ya tiene a los ganadores antes de la etapa de inscripción. Esa “formula” toma, cada vez más, un carácter permanente, que desnaturaliza y vuelve hasta siniestra la forma de moverse en el mundo de la música. Salvo que tengas una trayectoria y te hayas hecho de un nombre como para seguir de manera independiente, hoy por hoy para cualquier banda que empieza, es complicado si no te impulsan las ganas y el saber que en estas latitudes es un camino difícil. Si las motivaciones no pasan por las ganas y la pasión por lo que haces, sino por los resultados, el fracaso te encuentra a la vuelta de la esquina. Por suerte la escena emergente nos mantiene vivos, libres, sin andar cooptados haciendo lo que más nos gusta.
-Tuvieron un año de muchos shows, ¿qué balance hacen a la hora de cerrarlo? ¿Qué planes a futuro se vienen para el 2016?
-Con más de 30 shows en el año, tres videos próximos a estrenarse, fue un año intenso, muy positivo, nos hizo avanzar mucho como grupo. A este ritmo sostenido surgen momentos y situaciones agradables y otras no tanto; pero reafirmando a cada momento (más en los no tan agradables) que estás donde querés estar, haciendo lo que querés hacer. Ganás en carácter y experiencia de cara a lo que se viene: un año donde queremos seguir tocando en vivo, volver a visitar el interior, expandiendo las fronteras lo más posible; pero sin descuidar la labor compositiva de los temas nuevos que estamos haciendo; poder dispensar tiempo en el nuevo material, en crear, ¡que es de lo más lindo que nos pasa!
-¿Sienten que luego de varios años la banda va virando hacia una identidad definitiva?
-Es la idea, no sabemos cuan avanzados o encaminados estamos, pero en la amalgama explosiva de este polirrubro, creemos tener una identidad más allá de la etiqueta del género musical. Tanto en los shows como en el estudio, vamos aprendiendo permanentemente. Exploramos, con aciertos, con errores y así, avanzamos. Creemos que “Música para diván” tiene temas y colores más complejos que “El segundo va a ser mejor”, sentimos que avanzamos; independientemente de la identidad musical. En la suma de las dos obras, junto con la suma de los shows, es que se va armando esta identidad que anda a saber cómo se podría definir. Ni por místicos, ni por grandilocuentes, ni a palos… creo que el público puede hacer una definición de nuestra identidad mejor que nosotros mismos.
-El diván de SensaFilo dio como resultado las cancines del segundo disco? ¿Cómo está ese diván hoy en día? ¿Sigue en funcionamiento?
-La composición es un camino de carácter permanente, sin un horizonte, sin fin; sino es como colgar los botines. A medida que vamos avanzando, componemos de otra manera, con las herramientas que fuimos adquiriendo con el andar y con el estudio. El diván sigue siendo el mismo, el funcionamiento del mismo es permanente también; no necesariamente lo que viene son temas dignos de terapia, tampoco quisimos nunca ser “Los Gaby Rolones y sus quilombitos”. Las canciones del segundo disco tuvieron un hilo conductor azaroso, de ahí el nombre y el arte del disco. Hasta ahí. Nosotros tomamos al “Divan” como el lugar donde la imaginación se traduce en composición y ahí es donde transcurre el inicio de las canciones. Cada vez conocés más ese lugar, te dan ganas de ir y venir, de jugar con las notas y las letras; ahí está el diván de SensaFilo, sin pausa y sin descanso.
-La libretita/arte de disco ofrecía un espacio vacío para que cada uno saque sus propias conclusiones, ¿qué anotarían ustedes en este diciembre de 2015?
-Un año muy positivo, de avance para nosotros. Mucho laburo, mucho tiempo, cabeza y pasión dedicados. Esperamos siempre que el que viene sea mejor que el que se va; y así, todas cosas de ese calibre. Ojo que también sirve para anotar listitas de compras, partidos de truco, jugar al ahorcado, al tatetí, para dibujar, para colorear. Puede ver, puede revisar, sin compromiso de compra ¡SensaFilo llegó al barrio señoras y señores!