Ante tantos alaridos y quejas superficiales durante tanto tiempo acerca de que el rock argentino estaba estancado, hace unos años la taba pareció darse vuelta de una vez por todas. Las camadas que la venían peleando hace años y que el sistema no las dejaba salir a flote, a fuerza de empuje lograron quebrar la barrera y trascender. Sin dudas que Sig Ragga, desde la provincia de Santa Fe, es una de ellas, pisando fuerte con cada pequeño gran paso que dan y que este viernes será nada menos que en El Teatro Vorterix del barrio porteño de Colegiales.
La búsqueda (y el encuentro) de una profundidad y novedad musical llega en este cuarteto acompañada de todo un acompañamiento escénico que potencia las presentaciones en vivo. “Un colectivo artístico” define el cantante y tecladista Gustavo Cortés. “Sig Ragga siempre fue una excusa para plasmar todo aquello que siempre nos interesó. Trabajamos en la puesta en escena, la luz de las presentaciones así como en la fotografía o en la idea de un video. Lo pensamos como piezas, en contexto, y le vamos dando forma, así como un escultor trabaja en el barro hasta llegar a la forma o a la idea que tiene en la cabeza”.
El segundo disco de la banda, Aquelarre (2013), fue el que terminó de consolidar la propuesta artística y al mismo tiempo llegó a varias orejas de peso para ser muy justificadamente valorado por los distintos sectores del mundo músical, desde productoras o la prensa hasta lo más importante, el público. “No sabemos si hubo unk click o no, pero a partir de Aquelarre empezamos a tocar más seguido y llegar a lugares a los que nunca habíamos ido. Sobre todo la continuidad de show y de prensa que eso acarreó”, explica Gustavo y cierra el concepto: “Fue notorio el aumento de la cantidad de público en este último tiempo y sobre todo como conocen los temas, y la efervescencia que se vive”.
-¿Y cómo ven ahora, ya a dos años de haberlo concebido y a la distancia lo que fue la grabación y edición de Aquelarre?
-Aquelarre es un disco que fue compuesto en tres meses, y grabado, editado, mezclado y masterizado en un mes. Creemos que por el propio proceso que tuvo de realización tiene mucho de espontaneo y visceral. No había mucho tiempo para reformular las ideas, cosa que es algo que siempre nos caracterizó. Creo que eso hizo sorprendernos a nosotros mismos, trabajando desde otra lógica. Es un disco que se hizo en un momento muy especial, entre medio de la perdida de mi viejo. Fue algo muy duro para mí y mi hermano (Ricardo, baterista de la banda), y el hecho de poner la cabeza en hacer un disco de algún modo creo que nos salvó, y nos permitió transformar toda esa energía que traíamos en otra cosa, de sublimar, y de transformar todo eso es un aprendizaje. Es un disco que nos trajo mucha satisfacción a la hora de llevarlo al vivo, nos hizo explorar otras músicas, y trabajar mucho en la puesta en escena.
-Dentro de las influencias musicales divisibles en su música se mezclan muchos artistas y ritmos diferentes lo cual confluye en un estilo e identidad propia. ¿Cuáles son los referentes que sienten que están presentes en la música que tiene la banda para lograr la identidad variopinta que tiene Sig Ragga?
-Las influencias son muchas, es imposible hacer una lista. Somos muy melómanos, y nos gusta toda clase de música y estilos. Desde muy chicos compartimos esto entre nosotros y viene por supuesto de una herencia cultural de nuestras familias. En nuestra casa se escuchaba de todo. Desde música clásica, jazz, folklore, música latinoamericana, hasta soul, funk, bandas sonoras de películas, etcétera.
-¿Qué opinan acerca de la piratería de la música? ¿A qué nivel les afecta que a veces todo el trabajo que lleva un álbum se vea comprimido, sintetizado y subido en un link de YouTube, pero que al mismo tiempo llega a todo el mundo con un solo click?
-Es un fenómeno ambiguo, y tiene muchas aristas como para pensar. Por un lado es una democratización del conocimiento y el saber en general, porque permite el acceso a cualquier persona. A su vez algunos piensan en el tema de la autoría y la imposibilidad de controlar y ganar dinero de derechos de autor. A su vez también es cierto lo de la calidad deteriorada de los formatos comprimidos, a su vez la realidad de que cualquiera puede subir un video hecho en un celular extraído de una presentación y que uno como músico o artista no puede decidir acerca de cómo mostrar lo que hace. Esto muchas veces es angustiante. Creo que es un tema que debe abordarse con la complejidad que requiere, desde múltiples puntos de vista y no es algo en lo que yo pueda estar a favor o en contra. Lo que sí creo que es fundamental, es que de algún modo debe haber una regulación, para que sea lo más justo posible para todos los actores que intervienen o están involucrados en ella.
-¿Cómo ves la escena musical actual? ¿Qué artistas te llaman la atención para bien?
–Personalmente hay muchos artistas nacionales que me interesan mucho, sobre todo en la escena del folklore y la canción, un ejemplo de esto es el Negro Aguirre. Luz de agua, Puente celeste, Hamaca vieja, La Manzana Cromática Protoplasmática que se disolvió, pero que de algún modo resurgió con otro grupo con Botis que es el cantante y con Andrés Albornoz que es el pianista y en una época tocó con nosotros. Hay muchos artistas que me conmueven desde hace mucho, Liliana Herrero, Pedro Aznar, Aca Seca, pero bueno, es difícil nombrar a todos.
-¿Y qué es lo que menos te gusta de la escena?
-De lo que no me gusta creo que no hace falta ni aclarar, ya que creo que son una caricatura de ellos mismos o bien están en otra senda, la del negocio o la de la búsqueda de la fama.
-Se viene un show muy importante en Vorterix, ¿cómo son las semanas previas y los ensayos?
-Venimos trabajando intensamente en este show. Nos pone muy contentos poder realizarlo en Teatro Vorterix. Es ideal en muchos aspectos. Reúne una técnica increíble en cuanto a sonido e iluminación, más cercano a lo que podemos realizar en los teatros, pero a su vez tiene la calidad de un teatro sin butacas, con el público más activo, más libre para moverse, bailar, tomar algo, o lo que sea. Cada show que hacemos es una excusa para seguir puliendo cosas. Y venimos haciendo ese trabajo en presentaciones anteriores con miras a este show, probando cosas y modificando otras, sobre todo porque tenemos intención de grabar el audio y registrar video.
-¿Cómo sigue todo después?
-Los próximos show confirmados son uno en un festival en Corrientes, el Taragüí Rock en septiembre, y otro en la Bienal de arte de Buenos Aires cerrando la primer noche, estamos cerrando eso. Pero seguro hay otras cosas por confirmarse. Por lo pronto el proyecto más importante después del Teatro Vorterix es adentrarnos en continuar la composición y grabación del tercer disco.
Nota: Sergio Visciglia y Pablo Berenstein.
Foto: Julieta Lapeña.