En la previa de un nuevo balotaje en la ciudad de Buenos Aires, Uniclub se afianzaba el sábado a las ocho de la noche como uno de los últimos resabios para intentar una gota del alcohol y ver bandas en vivo antes de que las campanas del reloj suenen en la medianoche y eliminen toda posibilidad de movimiento nocturno.
Atropello Carregal y Oridios unieron fuerzas y combatieron la fría noche previa de elecciones con muy buenas canciones y un potente sonido que se mantuvo en las más de dos horas que duró la jornada de rock. Con la presentación del nuevo videoclip de la canción “Sin soltarte”, los primeros comenzaron un set simplemente demoledor, centrado en Atropello Carregal y La Moral de la Naturaleza (2014), su último trabajo discográfico, el tercero, presentado el año pasado en shows de The Roxy Live y La Trastienda.
Con un sonido muy ajustado y poderoso, los temas se sucedían en un estilo consolidado en la actualidad musical que viaja por diferentes ritmos que se homogenizan bajo los riffs de guitarra que comandan la escena. La fuerza se matizaba en canciones más tranquilas como el reggae “El chupasangre” o la pseudo cumbia “No quiero”, mientras se asomaba algo de lo viejo como “Descontrolado” (Partido, 2012) y “Vanidad huerfanita” (Marylin Munro, 2008), encargada esta de cerrar un certero show.
Con trece años de recorrido, Oridios arribó a las tablas para culminar la noche, con material preponderante de su segundo disco de estudio, Retribución del Karma, editado el año pasado. La fusión de estilos encontró rápidamente su resumen en “Rabia”, canción que pasa por distintos estadíos para definir muy bien de qué se trata la propuesta. Con los saxos al frente, la banda viajó con muy buenos resultados en una hora de show por varios caminos, destacándose entre otros “Demoliendo”, también perteneciente al último disco.
Sendas invitaciones en uno y otro set de cantante y guitarrista reflejaron una noche en comunión que también contó con un público que disfrutó de igual forma ambas opciones, completando así una más que agradable noche en el barrio del Abasto. Dos frescas propuestas acompañadas de grandes canciones y calidad musical, continúan con aquello que suena cada vez con más fuerza: el rock de la ciudad goza de buena salud y muchas bandas nuevas asoman. Pero no solo las que pertenecen a un estilo en particular tan adorado últimamente. En todas las variantes del afloradísimo mundo del rock se pueden encontrar buenas y nuevas opciones, y Atropello Carregal y Oridios son un fiel reflejo de esta afirmación.
FOTOS: Daniela Milana.