El funk en Argentina es un género que está más ligado a lo cool, a un barcito repleto de chicas lindas y una banda sonando de fondo, con un andar elegante y bebidas de las buenas. La cita del pasado viernes alimentaba el prejuicio: barrio de Palermo, boliche rockero de moda y olor a perfume.
Y allí salió Mustafunk, luego del buen set de Profesores de Tennis (quienes tocan mucho mejor de lo que eligen nombres), a funkear en las tablas de Makena y a romper absolutamente con todo lo establecido en el párrafo anterior. Con barba y una chomba gastada que con el correr de los minutos delataría transpiración, el look y la voz un tanto rasposa del cantante Martín Pedernera se acercan más al Ricardo Mollo de los ’90 que a Tony 70. Y junto a él la banda la rockea desde el minuto cero.
Mustafunk en vivo no es una banda de funk. Es una banda de rock que hace funk. Las canciones se suceden y cada vez más nos convencemos de que estamos coqueteando con el costado más funky de la aplanadora del rock. Y nos gusta. Desde el principio con el poder de la canción en “Sincero” o los rebusques entrecortados de “Pulsión” hasta cuando suena un tema instrumental que de repente se vuelve bien punk.
El estribillo de “Calefón” atestigua el primer pogo de la noche de un grupito que hace lo que puede para agitar entre mesas, camareros, pizzas y el miedo a desnucarse cuando miran hacia el altísimo escenario. A partir de ahí todo índice de efervescencia irá en alza sin interrupciones hasta el final del show. Un cortísimo set que no llega a la hora de duración y que deja a todos con sabor a poco y con ganas de mucho más.
La banda del Oeste del Gran Buenos Aires sigue presentando su disco debut Salpica (2013) y se cuela en la ola de la nueva camada del buen rock argentino que asoma desde hace algunos años y que de a poco gana terreno, pese al poco interés de las discográficas y la prensa masiva (dinosaurios hay en todos lados) de renovar la escena. Por suerte las bandas por sí mismas se imponen por peso propio y el público, pese a que muchas veces es preso de la comodidad, no come vidrio y lo reconoce.
Al igual que por ejemplo Eruca Sativa (para citar un caso conocido por casi todos), Mustafunk es esa banda que les gusta a todos los músicos y que de a poco también va sumando muchos seguidores show tras show. Bienvenidos a la nueva era.
FOTOS: Lucía Belén Capón.
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