Dos focos azules cruzan un rin cargado de amplificadores, micrófonos y una batería con el logo de Attaque 77 en el parche del bombo. La cortina de la saga de Rocky, Eyes of the tiger, anuncia que la banda liderada por Mariano “Maravilla” Martínez está por cruzar las sogas y darle inicio a la batalla más esperada de la categoría punk rock. Sí, aunque algunos jueces decían que no les daba el peso, ellos se subieron igual y brindaron la pelea más fructífera de sus vidas. Pero vayamos por partes, round a round.
Salieron al ataque con “Ejercito de salvación”, con una piña a la mandíbula que desacomodó todo el piso en un pogo que iba a dar que hablar. Cuando en el segundo tema, “Onírico”, Maravilla pronunciaba “Pasan los días sin sol, mi vida es una mueca triste, me preguntaste ¿Por qué?, y no supe hablar…”, muchos se perdieron en la remera de Alejandro Flores, segundo guitarrista que lucía la caricatura de Heisenberg, el antihéroe de la serie yanqui Breaking Bad. Todos los indicios se fueron presentando presagiando el nocaut.
Terminado el cuarto round Maravilla agradeció: “Gracias por venir a apoyarnos”, a lo que el público devolvió el característico canto de “oh, soy de ataque”. En el golpe a golpe sentimental Mariano remató con “Este es para una fan que lo mira desde el cielo”, y arrancó con “Vórtice”, canción del disco Karmaggedon (2007). Attaque siguió yendo al frente, en seguida con “Gil”, una de las más coreadas por el público, y luego con otras que repasaron todos sus discos. Luciano Scaglione, con fiebre y todo, se la bancó como un campeón cantando “Combate”, “Armas Blancas” y “Antihumano”.
Hoy Attaque 77 es un trío, pero para algunas canciones suman teclados, a Heisenberg en segunda guitarra, y también trompetas y saxo. Para “San Fermín” subieron todos, más Marcelo “Corvata” Corvalán, líder de Carajo, haciendo el aguante en bajo. Siguieron los rounds, y siguieron los “oh, soy de Attaque”. El clima era el mejor.
“Estallar nos hizo resucitar”, anticipa Maravilla y arrancan con una de ese disco: “Sueños”, como la calma que antecede a la tormenta… El púgil de la guitarra y la voz estaba en un día místico, con la mente clara, con conceptos precisos, repartiendo dedicatorias como la que respaldaba con su remera: “Esta es para la lucha de los trabajadores del Hotel Bauen”.
Y promediando el tema “Cambios” maduró el nocaut, Maravilla frenó la canción, mirando hacía el público y preguntando “Eh, ¿Por qué pelean?”. Y algún infradotado que pensó que podía ganar la batalla dialéctica se morfó la siguiente combinación de golpes del nuevo campeón argentino, Mariano “Maravilla” Martínez: “No lo vengan a hacer más acá, ¿Qué quiere decir Mosh, pelotudos? Acá delatante hay chicas, chicos, ¿Vieron un video de Green Day? Dejen de romper, hagamos algo argentino, eso lo hicieron los yanquis de Green Day, inventemos algo distinto. Solo el cambio es lo único que prevalece en el tiempo, dejen de mirar la tele, ¿Qué mierda es el mosh?”. El astro se frena y piensa en voz alta: “¿Qué mierda estábamos tocando?”. Pero el infradotado del público se ve que le hacía el gestito de tomar fafafa y Maravilla volvió al attaque: “¿Querés hablar de drogas?, yo no me drogo pelotudo, yo uso la cabeza, eso era de rebeldes en otra época, digo lo que siento, gil, chúpame un huevo”. Volvió con “Cambios”, luego con “Piscis” y otra vez corta al medio: “¡Basta de mosh!”.
Ya con el cinturón calzado siguieron las canciones, y como todo peleador post combate, siguió con las declaraciones picantes, provocadoras: “Soy muy fan de los Beatles”. Entiéndase que el estereotipo del punk argento espera que su referente le diga algo así como “De chiquito pateábamos viejas en la cola del ANSES mientras cantábamos Sex and violence de los Exploited”.
Para aportar más claridad a la descripción del pensamiento actual de los Attaque 77, y digo actual y no nuevo, vale nombrar las personalidades que en la pantalla acompañaron la interpretación de “Amigo”, reversión de la gran canción del brasileño Roberto Carlos incluida en Otras canciones (1998). Proyectaron imágenes de: Ernesto “Che” Guevara, Teresa de Calcuta, Rosa Luxemburgo, René Favaloro, Adolfo Pérez Esquivel, Mahatma Gandhi, Mercedes Sosa, Bob Marley, Joe Strummer, Nelson Mandela, Marie Curie, Sigmund Freud, John Lennon, Frida Kahlo, entre otros.
La tarea ya estaba consumada, todo lo que vino después fue postre. Todos los Attaque más invitados festejando con “Donde las águilas se atreven”. Maravilla y un golpe más dedicándole “Otras Canciones” a Gustavo Cerati.
Una hora antes de que comience el circo de Las Vegas, Mariano “Maravilla” Martínez cerraba el recital con unas últimas palabras antes de la canción final, “No me arrepiento de este amor”: “Nosotros no consumimos drogas, la actitud más rebelde es estar lúcido, nosotros pensamos así”. En controvertida respuesta, ya con los músicos en camarines, se escuchó el tibio canto de unos pocos: “Nunca seré policía…”, el Efecto Flema y promesa de revancha.
FOTOS: Lucía Belén Capón.
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