Fiesta: (Del lat. festa, pl. de festum).1. f. dícese del día en que se celebra alguna solemnidad nacional, y en el que están cerradas las oficinas y otros establecimientos públicos.
Es común que los diccionarios tengan errores. No de ortografía, a no confundirse, sino de otro tipo. Suele haber cierta frialdad en las definiciones de los diccionarios, cierta solemnidad un tanto innecesaria… Por ejemplo, una pelota es una “bola llena de aire o maciza, que se utiliza para jugar o para practicar determinados deportes”, y no el pedazo de cuero con el que el Diego le hizo el gol a los ingleses, o el asado es “una técnica de cocción mediante la que los alimentos (generalmente trozos de carne) son expuestos al calor de fuego o brasas para que se cocinen lentamente”, y no la excusa para juntarse entre amigos cada fin de semana…
Cerveza. Para ir a un recital de Kapanga es indispensable una cerveza. Antes, durante o después, tiene que estar: el ambiente, el clima, lo pide, lo reclama. Y cuanto más fría mejor. El pasado viernes en Groove, se notó: pasadas las 22, las latitas estaban a la orden del día. El show arrancó con “Fortunata”, pero al toque nomás llegó el primer estallido de la noche: “Ramón”, por si alguno estaba “cansado de esperar”, seguido por la clásica versión del Mono de “Caballero Rojo.” “Lost” y “Miro de atrás” completaron la primera tanda.
Arriba del escenario, los tipos se divierten (y divierten al público), y abajo, la gente salta, porque llega “El universal” y el descontrol se apodera de cada una de las almas ahí presentes. Sin embargo, Kapanga no solo es fiesta, sino también emoción, ya que después de “El albañil”, viene “Postal”, una de las grandes letras de la banda. Se escucha música como la de las películas de cowboys, y es el turno de “La taberna”. Pasa el reggae autobiográfico “Locos”, y el barrio de Palermo se parece a un baile cordobés con “Mesa 4”.
En el medio, las jodas del Mono con unas zapatilla que le tiraron despertaron carcajadas en el público. Ya llegando al final, “No me sueltes” fue la antesala de “Rock”, otro de los puntos altos de la noche. La nostalgia se hace presente con un temazo como “Desearía”, y para el final, la fiesta ya fue total cuando se escuchó “se te nota fachistoide…”. “El mono relojero”, para cerrar una noche a puro pogo y terminar de “emborrachar mi corazón”.
Fiesta: (Del lat. festa, pl. de festum) dícese de asistir a un recital de Kapanga.