El próximo sábado 8 de marzo, Nueva Luz Reggae presenta en La Trastienda su segundo disco, La Fuerza. Con cinco años de vida, la banda intenta incursionar en el género desde diferentes frentes para ofrecer una propuesta renovadora que tiene como horizonte este próximo show, sin dudas uno de los más importantes de su carrera.
“Nuestros dos trabajos discográficos lo sacamos de manera independiente y poder hacer la presentación oficial de nuestro segundo disco en La Trastienda es algo muy importante para nuestra carrera artística”, explica el tecladista Alejandro Lapelle, quien nos adentra en la historia del grupo oriundo de la zona oeste del Gran Buenos Aires.
-¿Cómo se vive la previa?
– Nos demanda mucho tiempo y trabajo porque al ser una banda independiente todo es un poco más costoso, pero sabemos que el camino es largo y estamos preparados para recorrerlo. Gracias al primer trabajo discográfico y las numerosas presentaciones logramos el reconocimiento de nuestros colegas, el público y el de algunos medios de comunicación que nos dan una gran mano en este arduo viaje. El 8 de marzo está cerca y estamos metidos de lleno en la producción artística del recital para devolverle a la gente un poco de todo lo que nos dan desde hace 5 años y poder sacar en vivo toda la fuerza que trae la banda.
El crecimiento como músicos y como grupo humano es lo que Alejandro nota como principal característica que Nueva Luz fue forjando con el tiempo, desde la edición de su primer álbum Si leóN (2011). “Maduramos mucho más en lo musical y nos afirmamos muy unidos como grupo, eso se nota en las composiciones y los arreglos, siempre manteniendo la ideología y el mensaje positivo que queremos expresar a la gente”.
Tambien el nuevo trabajo los lleva a explorar nuevos caminos, como el dance hall o el rocksteady, emparentados claro con el reggae como género principal, de donde salen los referentes clásicos como Bob Marley, Peter Tosh, y alguno más contemporáneo como el italiano Alborosie. “La prensa y los colegas nos identifican como una banda que tiene un mensaje directo, estribillos claros, y potencia en los arreglos de vientos”, explica el tecladista al contar como ven los ojos externos a la banda.
-Muchas bandas oriundas del conurbano nos cuentan que no suele ser fácil tocar en la ciudad de Buenos Aires. ¿Cómo fue su camino? ¿Con qué dificultades se encontraron o se encuentran a la hora de tocar en vivo?
-Nosotros tuvimos la suerte que el público del oeste siempre nos hizo el aguante y cuando uno tiene gente que lo apoya yendo a sus recitales y pagando la entrada, el camino se hace más liviano. De esa manera podemos dar un mejor show y en mejores lugares con mejor calidad de sonido. Nuestro primer disco fue presentado en Niceto Club y nos ayudó una productora. Después, hace un año atrás, tocamos en el festival “La Trastienda Club Promesas del Reggae”, apoyados por el programa Pelagatos y organizado por La Alcantarilla Producciones (LAP). El show fue tremendo y el público copó el lugar, una noche inolvidable. Tras ese día hubo varias conversaciones con la gente de LAP y de La Trastienda para coordinar la presentación oficial de La Fuerza en ese lugar. El hecho nos llenó de orgullo porque llevamos varios años forjando a Nueva Luz Reggae y que haya productores y lugares que confíen y se unan a nosotros es algo especial y muy gratificante.
