Carolina Mama: «Historias de mujeres, de equidad y justicia social»

Carolina Mama está radicada desde el 2014 en la ciudad de New York y desde entonces no paró de viajar por diferentes lugares, compartiendo escena con músicos de todo el mundo, con el jazz como estandarte principal de una música propia bien ligada al world music, influenciada por el folklore de cada país que visita.

“Con la comida, los ingredientes principales son los mismos en casi todas partes del mundo, pero con ellos cada cultura logra resultados totalmente diferentes, lo mismo pasa con la música”, resume y compara perfectamente la cantante, quien el jueves 20 y domingo 23 volverá a visitar Buenos Aires para presentarse en Thelonius y Café Vinilo respectivamente. “Estos días hemos estado ensayando con los chicos y preparando la música, aunque los dos que vienen de afuera no paran de preguntarme cuándo es el asado”, reconoce entre risas. Los de afuera son Tal Mashiach, de Israel, en guitarra, y Bam Rodríguez, de Venezuela, en contrabajo. La banda internacional se completa con los argentinos Andrés Beeuwsaert en piano y Mario Gusso en batería y percusión.

 -¿Cómo fuiste formando la banda con gente de distintos países?

-A lo largo de los años he ido aprendiendo lo que necesito de parte de la gente que me acompaña: la musicalidad, el conocimiento, el apoyo que me den como persona y como mujer, la apertura de mente y curiosidad que estos posean. Hoy tengo a dos músicos argentinos, y a dos internacionales, lo que le da un balance cultural a mi banda con el que me alegra trabajar.

-¿Qué nos podés contar de lo que será «Vestida de melodía», el nuevo disco del cual veremos adelantos en estos shows?

-Está inspirado por historias de mujeres, de equidad y justicia social. La idea surgió a partir de viajar por el mundo y ver la desigualdad y la injusticia muy presentes a niveles profundos, y también por ver que las mujeres no bajamos los brazos y seguimos peleando por nuestros derechos. Los temas surgieron durante viajes de investigación de ritmos y estilos de música ejecutados por mujeres. Una de las canciones la escribí en el desierto de Marruecos, luego de descubrir un grupo de mujeres que tocan tambores y cantan, pero nunca en público, solo en las casas.

 -¿Cómo es tu vida musical cotidiana en Nueva York? ¿Qué nos podés contar de todo lo que vas viviendo allá?

-Nueva York es como un imán que atrae a gente de muchos países, eso incluye a los músicos. Entonces cada día tiene un sabor diferente, un día me siento a comer con una chica de Letonia, otro día toco con una banda neoyorquina formada de diez nacionalidades distintas, luego ensayo con una banda de tres Israelíes y dos caribeños, y al llegar a casa, me esperan unas arepas.