El maravilloso mundo de Científicos del Palo

“Este tema es para mi padre, se llama The war is over, baby” anticipaba Pepo San Martín (voz y guitarra de Científicos del Palo) allá por el año 2009 en ABdT Radio como adelanto del álbum Gorilophenia (2010). “Si bien siempre nos amamos, tuvimos muchas discusiones y alejamientos; en ese tema le dejo en claro que ‘la guerra terminó’ y que disfrutemos de tenernos cerca”, reconoce hoy el cantante mientras resalta el guiño a John Lennon en el título.

Y si la guerra termina, comienza el amor, y las canciones giran en torno a Emma, su hijita, quien es la protagonista, en título y en contenido, del nuevo trabajo de la banda marplatense: “EMMA (El Maravilloso Mundo Animal)”. “El disco en sí mismo es una suerte de guía para la subsistencia en la sociedad, escrita por un padre inexperto y aconsejando desde la ignorancia”.

-¿Dónde se juntan EMMA y El Maravilloso Mundo Animal?

-«El Maravilloso Mundo Animal» es el mundo en el que estamos metidos, donde hay que lidiar con las miserias de todos los días (cómo relacionarse con los demás, cómo tener un trabajo digno, etc.) y también con los grandes interrogantes del universo (qué carajo es la vida, cómo enfrentar la muerte, etc.). Gracias a que la vendepatria de mi mujer le puso dos «emes» a Emma, pude usar esas iniciales para formar esa frase, pero a su vez el disco se llama como ella.

 

Vendepatria, careta, puto, oligarca, son palabras que saldrán frecuentemente (y en tono jocoso) de la boca de Pepo, quien es igual arriba del escenario, en un camarín, en una entrevista, a través de las redes sociales, o en una reunión con amigos. Y eso es devuelto por el receptor de la misma forma y en todos los ámbitos, generando una interacción desopilante, especialmente en los shows en vivo. «Hay algunos insultos que recibo que son excelentes. Cuando es muy certero y te hiere, te deja regulando unos minutos, pero me ha servido para alejarme de mi ego y aceptar la denigración constante». Y el propio Pepo se aconseja a sí mismo: «No hay que enojarse, bajo ningún concepto, porque ahí demostrás que te dolió y les das el poder. Hay que tenerlos ahí, alertas, pero que sepan que vos sos inmune a lo que digan, aunque sea mentira».

El disco anterior, La Histeria Argentina (2012), no solo abarcó 200 años de historia sino que también dio pie a controversias y, por sobre todas las cosas, a un concepto sin antecedentes en el rock nacional, a partir de un disco/libro con ilustraciones, detalles históricos y 16 canciones. “Me hago cargo de lo que escribo y no espero que le guste a todos, de hecho no me interesa lo que opine nadie. Mientras yo sea feliz y sincero conmigo, los demás no son mi problema”, arremete el cantante y profundiza cuando se le pregunta por las repercusiones del anterior trabajo: “Cuando voy a ver a un artista, voy a verlo porque es auténtico, coherente con sus ideas, y no pretendo que se acomode a lo que yo pienso. De hecho sería imposible preocuparse por lo que opinan cada uno de los que te va a ver o te hacen una crítica. Lo que tenía que decir, ya lo dije en el disco. El resto es problema de los demás”.

Canciones como “El restaurador”, “la jefa espiritual” o “El retorno del Estado” mostraron a las claras desde donde venía el enfoque, el cual nunca fue ocultado por la banda. Más bien todo lo contrario, siempre se encargaron de dejar en claro sus ideales. “Ideológicamente ya estábamos inmolados desde los discos anteriores, así que las críticas que vinieron desde ese lugar nos importaron muy poco”, concluye Pepo.

 

-Vienen justamente de un disco conceptual pero muy para afuera, relatando la historia de nuestro país. Ahora, por el nombre y por el adelanto, parece que nos entrometeremos en las entrañas de Pepo y de la banda. ¿Se viene un cambio fuerte al menos desde la lírica respecto al disco anterior?

-Sí, claro. Aquí no hay datos específicos sobre hechos históricos, hay más lugar para la metáfora y las cuestiones existenciales. Desde el adelanto que largamos hace dos meses, «Las dos mitades», se ve esa cuestión más vinculada a lo no lineal, donde se analizan las contradicciones internas que hay en todos los elementos del cosmos.

-Se vieron fotos de Ricardo Mollo participando en el nuevo disco. ¿Cómo fue pasar de tenerlo como referente a la actualidad ser ya un amigo y un par?

-Ahora me acostumbré, pero en los inicios de mi relación con él todo era cósmico. Cuando llamó a mi casa para invitarme a tocar a la presentación del Narigón del siglo no acredité. Hubo épocas de confusión, porque yo pensaba que al ir a tocar con ellos todo se encaminaría a que mi banda progresara, pero luego me di cuenta de que el camino de mi proyecto me pertenecía a mí y a mi esfuerzo por encaminarlo hacia algún lado. Lógicamente es un artista que me influenció mucho, y ahora de grande está bueno volver a invitarlo ya con las cosas más claras a nivel musical, que él intervenga en nuestra música que se ha distanciado de lo que era hace unos diez años es conmovedor. Siempre me dice que le gusta mucho la banda y La Histeria le pareció un disco muy «serio», como que ahí ascendimos a un nivel que no tiene nada que envidiarle a la primera A del rock. Todo esto dicho por él, lo que no quiere decir que tenga razón, lógicamente.

-Este sábado 28 de noviembre se presentan en Niceto luego de un The Roxy agotado este mismo año. Son una banda que vaya si la remó en Buenos Aires desde hace mucho tiempo. ¿Sienten que La Histeria les aportó el granito de arena que faltaba para dar un paso más en cuanto a la convocatoria porteña?

-Lógicamente el hecho de haber venido sembrando de años anteriores ya había dejado una base de enfermos que nos seguían, pero este disco sin duda multiplicó ese fenómeno. Quizás en un primer momento se sintió un fuerte apoyo de organizaciones políticas peronistas simpatizantes con el gobierno, que obviamente saben lo que pensamos, pero rápidamente se dieron cuenta de que nuestros shows no eran actos para abducir jóvenes y alistarlos a las filas del FPV. Varias veces tuve que pedir que dejaran de cantar la marcha peronista, aun siendo yo un peronista acérrimo, para explicarles que no era el lugar donde debían expresarse de esa manera. Repito: lo que tenía que decir ya lo dije en el disco, que es eterno, para siempre. Después, tengo que subir y cantar las canciones de todos nuestros discos en el marco de un recital, que no es un acto, a los que por otra parte voy y no me pongo a cantar «El dormijito» en el medio de una columna que avanza por la 9 de Julio interrumpiendo las consignas que canta el resto.

-Si en cuatro años La Histeria Argentina tuviere un bonus track, ¿cómo te gustaría que se llame?

-El funeral del Neoliberalismo.

FOTO: María Paula Villagra.

 

* CIENTIFICOS DEL PALO son Pepo San Martín (voz y guitarra), Carlos Popete Anderé (bajo) y Sebastián Quintanilla (batería), y se presentan el sábado 29/11 en Niceto Club.

 

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