Ray Heredia: Punk flamenco

Eso de morir joven y con el cuerpo lleno de porquería no es sólo propiedad privada del rock; Ray Heredia, excantante de la banda flamenco Ketama –formada a principios de los ’80-, fue uno de los que revolucionó el flamenco de España y le dio esa cuota de actitud rockera que lo puso en lo más alto dentro de un género que muchas veces es observado de costado; un género que parece reconocer sólo al ya fallecido Paco de Lucia.

Pero para volver a Ray Heredia y no perdernos con cosas del pasado y ya nombradas hasta al hartazgo, podemos decir que Ray abandonó rápido el proyecto que había formado junto con sus compañeros de banda Ketama, y se puso a trabajar en un disco solista que lo estaba por dejar en lo más alto. La obra tuvo como título Quien no corre vuela, y salió en 1991. Con este disco Ray demuestra su capacidad de componer y de escribir canciones, canciones que quedan clavadas en la cabeza. Ray no solo hacía flamenco, sus canciones estaban cubiertas por un brillo pop y un clima de melancolía de balada sensible.

“Yo la busco y no la encuentro / alegría de vivir”. Con esta frase arranca el disco, una canción que puede ser tranquilamente de cualquier trovador del calibre de Sabina. Las letras de Heredia estaban marcadas por una fuerte forma de existir y de buscar algo que para él parecía ser muy difícil de encontrar.

Soledad, infierno y adicciones es el coctel que lo lleva a Ray a la muerte. Ray cargaba en sus hombros una fuerte adicción a la heroína que lamentablemente no pudo sostener y a los 28 años -justo cuando faltaban algunas semanas para que su disco solista salga a la venta- lo llevó  a la muerte. Lo bueno de esto es que Ray dejó una obra en carne viva; un disco que habla de él y de su forma particular de ver la música;  Quien no corre,  vuela nos acerca a un estilo de música que como tantos otros tiene su cielo y sus infiernos, una forma distinta de encarar las sensaciones. Ray corrió y voló, pero por suerte hoy tenemos sus canciones, y  la oportunidad de conocer como comenzó su vuelo…