La Perra Que Los Parió: Teatro Épico

La Perra Que Los Parió en el Vorterix, La Perra en el Cosquín Rock, La Perra en el Ciudad Emergente, pero La Perra en el ¿Teatro ND Ateneo?  Al principio dudas, después lo confirmás, más tarde te preguntás como es que llegaron allí. Por mi parte me dio intriga y decidí buscar algo más allá. Abro el Google y busco “Diccionario RAE” (Real Academia Española). Ubico el “Buscador” y escribo “Teatro” y leo. Soy consciente de su significado, de que consta y que caracterizaras posee pero después de las distintas definiciones aparecen algunos tipos de Teatro y hay uno en particular que me llama la atención.

~ Épico.

1. m. El que, por contraposición al que pretende la identificación del espectador con las emociones de la obra, intenta que esta cause en aquel reflexiones distanciadoras y críticas por medio de una técnica apoyada más en lo narrativo que en lo dramático.

Desmenuzando un poco y leyendo más sobre el tema, llegué a la conclusión que el Teatro Épico busca que el público no sea un mero espectador consumista sino que sus intenciones son desarrollar un espectador consciente que accione a favor o en contra de lo que ve. Y si de accionar hablamos, la jauría que acompaño a LPQLP en el ND Teatro tiene tela para cortar.

Microcentro porteño, ya los minutos pasaban las 21 y María Paula, la fotógrafa que me acompañaba en la noche ya estaba con la cámara desenfundada cerca del escenario. El show bautizado por la banda como Fantasías Obligadas comienza en formato acústico dando un motivo al mar de butacas que conforman el espacio. “Por Siempre”, “Murga”, “Esa gente” y “Despierta” son algunos de los temas que suenan mientas que varias cámaras y celulares en las alturas acompañan las voces del público.

La banda se retira dejando a Jorge Bekmezian a solas con el público. Un solo de batería  febril y poderoso fue la transición perfecta para que el show cambiara el clima, la banda se sume a esta odisea, “Como evitar que sangremos” comenzara a retumbar por todo el ambiente y las butacas pasaran a ser parte del decorado.

La noche comienza a subir la temperatura, entre temas de antaño y  algunos con pocos meses de vida, La Perra lleva adelante su puesta en escena con frescura y dedicación tanto por los músicos sobre el escenario como por el equipo de trabajo que los acompaña ajustando cada detalle entre tema y tema. El público se vuelve a sentar, la memoria y respeto se hacen presente en “Trae el Viento” y un nuevo acústico encabezado por Nahuel Cruz Amarilla y su guitarra se adueñan de la noche.

Retomo lo de Teatro Épico, y lo menciono nuevamente porque soy testigo ocular de como la jauría presente en el ND acompaña a la banda tomando como propia cada una de las canciones. No por simple sentimiento sino por una asimilación de las letras que los convierten en partícipes de estas Fantasías Obligadas. El sonido vuelve a levantar vuelvo con la banda entera sobre las tablas y la noche sigue su camino.

Varios artistas invitados dieron el presente en el Ateneo resaltando Miguel Chuky De Ipola. El ex tecladista de Los Piojos montó su instrumento a la derecha del escenario y con “Manjar” participó en uno de los tantos covers que sonaron. Una lluvia de globos invadió el lugar y con “La Viaba” hasta los palcos comenzaron a vibrar, las butacas desaparecieron entre la gente y el frenesí del público se desenvolvió de manera exponencial.

Poco quedaba por hacer, más de treinta temas fueron parte de la noche. “El Viajero” aquel tema presentado en La Trastienda el año pasado fue el responsable de cerrar, momentáneamente, las fantasías obligadas de La Perra. No estoy seguro de que la banda vuelva a presentarse en algún recinto con butacas pero de ser así no creo que los limiten en este camino ascendente que hallaron.

 

Foto: María Paula Villagra