Alejandro Balbis: «Soy un eterno extrañante»

Asistir a la prueba de sonido de un músico antes de un show no es algo que se dé todos los días. Y si ese músico empieza a calentar la garganta entonando “Volver”, o “Zamba por vos”, menos que menos. Y sí,  sumado a eso, ese músico es futbolero y antes de la nota se te pone a hablar, mate en mano, del deporte más lindo del mundo, la cosa ya se pone todavía mejor. Ni que hablar si encima ese músico es nada menos que Alejandro Balbis

 

“Había canciones desperdigadas por todos lados…”

2011 fue el año del lanzamiento del álbum debut del crack uruguayo. Con un gran recorrido dentro de la música popular de su país, entre murgas y temas suyos que ya son parte del cancionero popular, “El gran pez” fue el puntapié inicial como solista. Este año llega a nuestro país “Sin remitente”, una obra, según el propio autor “mucho más madura”.

-Con tantos años de trayectoria en la música, ¿qué fue lo que te llevó a sacar tu primer disco solista recién en 2011 con “El gran pez”?

-Había canciones desperdigadas por todos lados. En principio fui incentivado por amigos, amigos que casualmente se dedican a lo mismo: hacer canciones, grabarlas, tener una banda y salir a tocarlas, como Sebastián Teysera, Gustavo cordera… me dijeron “vos tenés que juntar todas esas canciones desperdigadas por ahí y producir un disco”. Pero eso fue no menos de 10 años antes de haber sacado el primer disco. De ahí a que yo me convencí de eso pasó un rato largo, y de ahí a que yo asumiera que eso había que hacerlo, y empezara a juntar el material que estaba desperdigado por cualquier parte del mundo, eso llevó años. Había algunas canciones hechas y otras no.

-Acabás de editar nuevo disco…

-Sí, son 12 canciones, y tiene un recorrido ecléctico, bastante parecido a “El gran pez”, pero con otros colores, y desafíos de producción distintos. Me refiero a que el recorrido ecléctico que tiene “El gran pez” está también en este disco, porque hay una milonga, un rock, una balada, una murga, un candombe… No es un disco ni de rock, ni de milonga, ni de murga, ni de candombe, sino que es una mezcla de todo, eso es quizá lo único en común que tienen los dos discos. Me parece que “Sin remitente” tiene  una impronta de producción mucho más madura. “El gran pez” es un buen disco, pero este va a estar mucho más evolucionado, crecido…mas adulto. ¡Las canciones salen de la puta madre!

-De todos esos ritmos nombrados anteriormente, ¿en cuál te sentís más cómodo?

-La canción de murga que grabamos me mata. Es increíble como suena, pero de a ratos. Tengo días. Hay días que escucho “Canción con vos”, una balada increíble, que es un poema de Tejada Gómez que yo le puse música… hay días que me gusta uno, que me gusta el otro, pero el disco está increíble como suena.

 

“El asunto no es encontrar la historia para contar, sino cómo contarla”

Balbis es un nostálgico, y no reniega de eso. Se nota en su manera pausada de hablar, en los silencios que hace al momento de hablar de su tierra natal o de recordar épocas pasadas… y también se nota en sus letras y melodías, muchas de ellas conocidas por el gran público en boca de otros.

-¿Cómo te llevas con el hecho de que canciones compuestas por vos e interpretadas por otros artistas sean tan populares?

-Me encanta. Es increíble ver como la hinchada de Peñarol canta la música mía. Con las letras de ellos, pero cantan las canciones. Y ahí te das cuenta de que la canción realmente es popular. Cuando la canta la hinchada, ya está. Y eso, te rompe la cabeza. Eso también me convenció mucho, si había algunas canciones que se hicieron populares, capaz había algunas otras que también pudieran serlo hechas por mí mismo.

-Una de tus melodías más conocidos es “José sabía”, interpretada por La Vela, ¿cómo nació dicho tema?

-La letra es de Sebastián (Teysera). Yo hice la música. La escribió en el bar Fray Mocho, que quedaba en Boulevard España y Libertad, ya no está más.  Estaba solo él, y tres, cuatro mesas para allá había una conversación bastante acalorada entre sindicalistas, miembros de algún sindicato de trabajadores. Y uno le decía al otro: “yo te juro que José, sabía.” “No, no me digas eso”, decía otro… “sí, José, sabía. Te lo juro”. Y ahí se le disparó la canción. ¿Viste?, nunca sabés. Una conversación de oreja de chancho le despertó esa tremenda poesía.

-Y a vos, ¿qué hechos o situaciones te disparan canciones?

El asunto no es encontrar la historia para contar, sino cómo contarla. Porque a veces no interesa tanto la historia, sino desde que ángulo abordás esa historia. Todos los días te pasan cosas, no es que “encontré algo para decir”. Yo arranco a escribir muchas veces sin saber que voy a decir, y de repente me doy cuenta, y pienso,  “mirá de lo que estoy hablando.” Y ahí desarrollo, lo arreglo, le pongo esto, le saco lo otro. Pero muchas veces me pongo a escribir sin una premisa concreta. Me gusta escribir sobre la familia, los que ya no están… esas cosas me inspiran mucho.

-¿En qué momentos te gusta componer?

-Cuando estoy tranquilo en mi casa. Y eso, hace muuucho que no me pasa. Un quilombo la vida, vivir acá en Buenos Airesyo extraño todo, cuando voy a Montevideo extraño acá, y cuando vengo acá extraño allá, soy un eterno extrañante, voy a extrañar el resto de la vida. Pero no me molesta mucho: uno vive extrañando épocas pasadas, todos extrañamos cosas. El asunto es que hacés con eso, y a mí a veces me pega para hacer canciones.

 

“El carnaval es parte del ADN cultural uruguayo”

“Elegí Boedo y su viejo amor…” reza parte de la letra de “Boedo en mí, del flamante disco. Vecino de dicho barrio porteño, Balbis cruzó el charco para quedarse hace ya 15 años, aunque siempre que pueda se da una vueltita por tierras charrúas, y más aún, en épocas de carnaval…

-Los artistas uruguayos siempre fueron muy bien recibidos por la gente en nuestro país, y más en los últimos tiempos, ¿cómo es tu relación con el público de este lado del río?

-Recontra bien. Hay una admiración que no es recíproca hacia los uruguayos por parte de los argentinos. Yo también soy uruguayo, pero si siento reciprocidad hacia la Argentina, es un país que me dio la bienvenida, que me abrió la puerta… vivo acá hace 15 años, ¿qué otra cosa que agradecimiento puedo tener para con la Argentina? Pero esa admiración no es recíproca por parte de los uruguayos. El Uruguay es un país muy pequeño y la Argentina es un país muy grande, y están juntos. Y cuando pasan cosas entre un gigante y un enano, el enano ya masomenos se va a dar cuenta que posición sexual le va a tocar en la relación…y eso junto con un montón de idiosincrasias que tenemos, de complejidades de país pequeño… de cosas que son reales, que es pequeño y con poca gente. Y no solo es un país chico por su tamaño, sino que es un país del tercer mundo. La argentina será un país del tercer mundo, pero tiene 40 millones de habitantes, tiene otro respaldo.

-Siempre has sido un tipo de involucrarse políticamente en el Uruguay, pero en entrevistas has comentado que no te gusta hablar de la política argentina, ¿a qué se debe?

-Es compleja la política argentina.  En Uruguay es una cosa que yo conozco, que yo me sé manejar, sé lo que pasa, entiendo. Por lo general yo sé quien me está hablando, qué me está diciendo, y porqué. El de izquierda es de izquierda, el de derecha de derecha, sabemos todos quienes somos. Acá no. Acá nunca sabés como es. Cambian rápido las cosas, y nunca sabés si el que te pareció de izquierda no lo es tanto, y el que te pareció de derecha tampoco lo es tanto. Suceden cosas extrañas en la política argentina, a mí me cuesta mucho entenderla, entonces ¿cómo me voy a opinar mucho sobre algo que en realidad no entiendo? Y mucho más siendo extranjero. Ya sé que a mí acá me dieron la bienvenida, y todo lo que vos quieras, “pero pará, no te metás en nuestros problemas”. Y me lo dirían con razón si yo me meto mucho a vociferar cosas sobre política acá. A nivel general, a nivel ciudadano, en Uruguay vos hablás con cualquiera y está masomenos empapado de lo que sucede. Acá hay más de todo, hay una gran porción de la población que no le importa nada, no le importa ni quiere saber. No lo jodan con la política… para mucha gente acá la política es un negocio sucio, una cosa de porquería, y allá es más difícil encontrar esas personas. Es más difícil encontrar todo, porque somos muchos menos, y medio que nos conocemos todos, es más predecible el asunto.

-Si hay algo que está muy presente en tus canciones, y en la murga en general, es el carnaval… ¿qué significa el carnaval en la cultura uruguaya?

El carnaval es parte del ADN cultural uruguayo, y en las últimas décadas ha trascendido su techo social. Porque hasta hace unos 25, 30 años, era un fenómeno de determinada clase social, y no salía de ahí, de las clases trabajadoras. De ahí no pasaba. Ahora si pasó, es de todas las clases. Ha pasado un fenómeno parecido acá con la cumbia, que ahora se baila en todos los estratos sociales. Se ve de distinta manera, pero se casa un millonario y en algún momento del casamiento ponen cumbia, la misma cumbia que ponen en Isidro Casanova, o cualquier otro lado. Rompió sus propias fronteras, y el carnaval también. A parte al ser cíclico, todos los años vuelve, uno sabe que va a volver, y que va a estar, siempre va a estar ahí. El uruguayo sabe que siempre va volver el carnaval, y esa es una de las maravillas que tiene, que el año que viene hay otro.