Los 20 discos que cumplen 20 años

El año 2000 fue muy productivo para el rock nacional a nivel discográfico y antes de que se termine este fatídico 2020, repasamos aquellos discos que marcaron el comienzo del milenio argentino.

La Esquina del Infinito (La Renga)

Catalogados desde sus inicios como banda de rock barrial, La Renga dio el puntapié al nuevo siglo corriéndose hacia las esquinas del infinito. Su espectro sonoro continuó endureciéndose  pero en algunos temas como “El cielo del desengaño” y “Arte infernal” se permitieron introducir cuerdas y pianos. Todo sin dejar de lado su cosmovisión rutera (“Motoralmaisangre”) y la eterna relación entre vida y muerte (“En el baldío”, “El rey de la triste felicidad”) que es parte central de la poética de Chizzo. (Christian Alliana)

Fulanos de Nadie (Los Caballeros de la Quema)

La ebullición de “Avanti morocha” llevó a la banda del Oeste a su pico de masividad mediática. Este disco sirvió para consolidar ese pasaje de la birra y los jeans cortados al whisky y la elegancia. Las grandes canciones siempre fueron el fuerte de la banda y en Fulanos de Nadie vinieron acompañadas de grandes detalles y buena producción. Hitazos como el que nombra al disco, “Otro jueves cobarde” o “Sapo de otro pozo”, entremezclados con las exquisiteces de típica lírica perdedora de la mano de “No me despaches así”, “Cero mensaje en el contestador o “Ni a la esquina”. La última perla caballera antes del final.(Sergio Visciglia)

Verde Paisaje del Infierno (Los Piojos)

A comienzos del 2000, Los Piojos comenzaban a codearse cada vez más con la masividad y la salida de Verde Paisaje del Infierno los depositó definitivamente en los estadios. Con “Vine hasta aquí” y “Ruleta” como hits y futuros clásicos, el disco contó con un sonido un poco más rockero y menos candombero -la salida de la banda del baterista Dani Buira influyó claramente en esto así como la producción de guitarras de Ricardo Mollo-. Un álbum ecléctico que mezcló al pensador Arturo Jauretche, con los escritores Edgar Allan Poe y Josè Saramago, la revolución cubana y sonidos orientales en poco más de una hora de música. (Christian Alliana)

Cuentos Decapitados (Catupecu Machu)

Hacia el año 2000, Catupecu Machu era la gran banda del under argentino. A fuerza de shows enérgicos y canciones explosivas, el grupo de Villa Luro dejaba de ser un secreto a voces para pasar poco a poco a integrarse al mainstream. Con Cuentos decapitados, su segundo disco de estudio, dieron el salto que los llevó a sonar en radios y a rotar con sus videoclips. “Y lo que quiero es que pises sin el suelo” y “Eso vive” fueron la punta de lanza para una banda que nunca paró de mutar y que fue la más original en estos últimos veinte años. (Christian Alliana)

Hijos del Culo (Bersuit Vergarabat)

Otra especie de post mega éxito. El camino de este Hijos del Culo fue de canciones más introspectivas, historias de personajes bien perdedores y marginales. Si el social Libertinaje fue la perfecta descripción del Menemismo (y su pelea contra él), esta obra desnuda el post, la desazón, la oscuridad en la que nos sumergió. Bellezas compositivas son “Desconexión sideral”; “Canción de Juan” o “Veneno de humanidad”. Hits poderosos son “La bolsa”, “El viejo de arriba” o “La del toro”. La mezcla perfecta de todo, quizá la mejor pieza de la banda, es “Negra murguera”. Un disco, además, bien porteño de ley. (Sergio Visciglia).

Pappo y Amigos (Pappo)

Luego de atravesar una irregular década del 90, Pappo comienza el milenio reuniendo un seleccionado de músicos para una autocelebración de su obra. Los nuevos referentes como La Renga, Divididos, Viejas Locas y Andrés Ciro se juntan con viejos compañeros de batalla como Ricardo Iorio, Alejandro Medina y Moris, entre otros, para dar el presente y reivindicar al Carpo. En un gran disco doble destacan los clásicos como “El viejo” y “Sucio y desprolijo” pero también hay lugar para perlas ocultas como “Nunca lo sabrán” o “Trabajando en el ferrocarril”. (Christian Alliana)

Yo Estuve Ahí (La Mississippi)

¿Cómo se hace un verdadero grandes éxitos en vivo? La Mississippi da la respuesta correcta con su Yo estuve ahí. Fiesta por donde se la mire a puro blues, rock y jazz, de la mano de todos los temazos de la banda tocados en Teatro Astros en el mes de agosto. Invitados de lujo para ese momento: León Gieco en “Blues del equipaje”, Gustavo Cordera en “Café Madrid” y Pity Álvarez en la adrenalínica versión de “Un trago para ver mejor”. (Sergio Visciglia)

1000 Vivos (Los Pericos)

La fiesta total. No lo sabíamos, pero pudo ser tal vez una despedida de todo lo bueno que fueron Los Pericos con Bahiano. Un resumen perfecto de su vida y obra. Para saltar, bailar y no parar de cantar todos los temas que conocemos muy bien. El mayor crédito del disco es inmortalizar “Nada que perder” con aquello de “fúmate una chala que está todo bien” y sacar a la luz una de sus canciones más profundas, “Bajo el mismo cielo”, en una versión tan bella como desgarradora. (Sergio Visciglia)

Vivo Paranoico (Los Ratones Paranoicos)

El año de los discos en vivo tal vez. Todos los clásicos del rock and roll, desde la perfecta “Enlace” hasta la versión archicoreada de “Rock del gato”, pasando por la peleadora “Ya morí”. Pero la pieza central termina siendo el bonus track grabado junto a Andrés Calamaro, “Para siempre”; que luego tendrá su inmortal versión maradoniana. Es que todos queremos ver al Diego para siempre… (Sergio Visciglia)

Radio Insomnio (Attaque 77)

Si se puede decir que las bandas tienen sus etapas, Attaque es el ejemplo perfecto para describir la situación. El comienzo adolescente y ramonero, la continuación punk más cruda con Todo está al revés como la cresta (ja) de la ola, el costado alternativo de la mano de Un día perfecto. Y llega Radio Insomnio, como un sinónimo de madurez, tal vez el primero en el que el género canción es el principal protagonista, legitimado en “Beatle”, el máximo hit del trabajo. No perderse “Caballito de hierro”, “Canción inútil” o “Vacaciones permanentes” y no olvidar el otro corte del disco, “El pobre”. (Sergio Visciglia)

Hoy Trasnoche (Los Auténticos Decadentes)

La fábrica de canciones estaba subida a ese tren sin frenos que eran Los Deca a fines de milenio pasado y principios del actual. Fiesta popular, lírica cotidiana y cachengue constante. “Aunque prometa ponerme a hacer dieta me falta voluntad”, “El dinero no es todo pero como ayuda”, “Besándote, una locura voy a cometer”. Frases que nos representan una y otra vez, y que nunca olvidaremos en la piel de estos grandes éxitos. Pero atención, chequear también los temones no hiteros como “Yo puedo”, “Te contaron” o “Enamorada”. También se esconde “Amor”, resurgida a la masividad muchos años después a partir del MTV Unplugged. (Sergio Visciglia)

Momo Sampler (Los Redondos)

Un carnaval tecnológico sirvió como despedida para el último disco de Patricio Rey. Dando un paso más en ese camino que habían comenzado en Último bondi a Finisterre (1998), Los Redondos lograron en Momo Sampler una mejor conjunción entre el sonido de las máquinas y el pulso rockero de la banda. Un álbum minuciosamente creaneado en la producción pero con la guitarra de Skay aún abriéndose paso en ese universo tecno. “Sheriff” y “La Murga de la virgencita” destacan en esta obra que marcó el principio del fin del grupo. (Christian Alliana)

El Salmón (Andrés Calamaro)

Andrés Calamaro siempre fue verborrágico y un compositor imparable y en El Salmón puso estas dos cualidades al frente de todo. Calamaro se despachó con 103 canciones repartidas en cinco discos en los que exteriorizó todo -o parte- de su caudal creativo en un momento personal plagado de demonios. Y el resultado de una etapa tan explosiva no podía ser otro que ecléctico, por eso en el álbum hay de todo: desde temas bien cerrados en el plan hit maker que venía desarrollando Andrés hasta experimentos en formato demo con calidad super low fi. Pero a pesar de tanta heterogeneidad, el álbum tiene grandes momentos como “Lorena”, “Chicas” y “Ok, perdón”. Esta cruzada heroica sin dudas le trajo secuelas que duraron hasta su posterior reinvención y resurgimiento a partir de 2005. (Christian Alliana)

Segundo (Juana Molina)

Bien casero, este segundo trabajo justamente de la cantante, la empezaba a alejar cada vez más de la televisión y por ende también de la masividad en su país. Repleta de pasajes experimentales que incluían hasta ladridos de perros, con letras simples y profundas y mucho arraigo folklórico, pasó sin pena ni gloria en los medios nacionales. Sin embargo, al año siguiente el éxito llegó desde la otra punta del mapa, y el camino en Japón la catapultó hacia un mundo de culto que disfruta su música. Desde hace unos años, por fin, gracias a su world music, también comenzó a ser profeta en su tierra. (Sergio Visciglia)

Rey Sol (Fito Paez)

El cambio de siglo trajo para Fito Paez un gran cambio personal con la adopción de su primer hijo junto a Cecilia Roth. Y ese hecho fue una gran excusa para la elaboración de un nuevo álbum -lógicamente dedicado a su primogénito-. Ocho años después del suceso de El amor después del amor, a partir de allí Fito tuvo que convivir continuamente con la comparación con su propia obra maestra. Ante tal duro trabajo, en Rey Sol logró un álbum sólido con momentos rockeros como en “Vale” y “El diablo en tu corazón”, mid tempos cálidos como en “Dale loca” e intimidad como en “The shinning of the Sun”. (Christian Alliana)

Caretofobia (Flema)

El 1 es el Fuck You, el 2 son los cuernitos. En formato radiografía, tan básico como perfecto, el arte de tapa cubre toda una declaración de principios de parte de Ricky Espinosa y todo lo que pensaba acerca del ambiente del punk, de la música y del mundo entero. “Salve Cuba”, “Mandibuleas” y “Mi suegra tiene menopausia” son ejemplos perfectos de lo que cantaba el último punk. Pero la mejor frase se la lleva “No tengo problemas en no ser Beethoven”, mis sucios tres tonos repiten esta canción”. (Sergio Visciglia)

No Disparen (Villanos)

Producido por la dupla Toth-Guyot, el disco gestó el principio del momento de más repercusión de la banda comandada por Niko Villano. El tema que da nombre al disco tuvo su video y es de lo mejor del álbum, pero el que más protagonismo tomó en toda su discografía es “Putas”, que hoy ya no puede (ni debe) formar parte del setlist. “Vecinos de mierda” es el ejemplo perfecto de la pícara lírica villana con una particular forma de describir la convivencia en un edificio. (Sergio Visciglia)

Animal Humano (Mancha de Rolando)

Durante toda la década del noventa, las paredes de Buenos Aires sufrieron una invasión de pintadas con nombres de bandas. Pero, sin dudas, hubo una que siempre destacó sobre el resto porque era omnipresente: Mancha de Rolando. A través de ese plan de marketing barrial, el grupo liderado por Manu Quieto se hizo un nombre y con Animal Humano le llegó la primera oportunidad de sonar a un nivel un poco mayor de la mano de “Siempre Esperando” -con la voz de Chizzo de La Renga como invitado-. Pero el disco también contenía otros buenos temas como “La Planta”, “Pueblo Latino” y la versión castellanizada de “Lodi” de Creedence. (Christian Alliana)

Operación Rebenque (Kapanga)

A la hora de presentar su tercer disco de estudio, Kapanga se encontraba en un ascenso permanente. A caballito de un mega hit popular como “El Mono Relojero”, la banda de Quilmes intensificó en Operación Rebenque su mixtura de ritmos y géneros y por supuesto sumó un nuevo hit con “El Universal”. El álbum también tuvo temas que se volvieron un clásico en sus shows en vivo como “La taberna” y “El bailarín asesino” que tuvo la participación de Adrián Dárgelos de Babasónicos. (Christian Alliana)

La Mala Reputación (Arbolito)

Tras el debut que fue aquel cassette tan llamativo, este disco trajo a la luz a todo un ambiente juvenil, rockero, universitario y social, una nueva manera de disfrutar la música. Arbolito significó el justo momento para llevar al extremo aquello que pregonaba León Gieco o lo que insinuaban grupos de rock como Divididos o Bersuit. Arbolito dio vuelta la tortilla y se mostró como un grupo de folklore dentro del ambiente del rock y marcó un nuevo camino. (Sergio Visciglia)

BONUS TRACK: Compartimos la nota completa acerca de Narigón del Siglo de Divididos, publicada en mayo de este año: LEELA HACIENDO CLICK ACÁ