Juan Rosasco en Banda: Mis valientes

“El valor es resistencia al miedo, el dominio del miedo, no ausencia del miedo”, dijo Mark Twain sabiamente en una frase que desentraña una de luchas internas más grandes que tenemos como individuos. No es fácil dominar ese miedo y no paralizarse en la idea angustiante de que todo puede salir mal. O peor, sentir que estamos destinados a hacer lo que pretenden ciertos mandatos o cuestiones preestablecidas. Aunque estemos dominados por miedosos, quedan aún personas valientes que viven su camino y lo disfrutan sin importar lo imperfecto o difícil que sea, porque el valeroso reconoce los riesgos que cada decisión implica, pero cuenta con un gran aliado, la intuición y relativización sobre las visiones negativo. La historia de Juan Rosasco en Banda es una recorrida de un artista que cumple con lo antes mencionado.

El show se dispone en el formato tradicional del lugar con mesas y sillas apostadas por todo el salón. El telón se abre y nos abraza cálidamente el sintetizador que le agrega un competente moderno a la bella canción “Calabaza”, canción de su reciente EP (Niebla de Otoño), seguida por “El club de los hombres nuevos” del disco Cuentos para Coleccionar (2014). “21 Primaveras” contiene siempre una carga emotiva, una sensación más fuerte. Esas notas acústicas producen algo agridulce y contrastante, porque la bella melodía transmite cierta paz sonora pero que se contrapone con su letra, exponiendo el infierno que vivieron los desaparecidos durante la dictadura militar.

A la mitad del show y empezando a cumplir con la promesa de ser “una noche con muchos invitados” Santiago Moreno se sumó con guitarras (tanto criolla como eléctrica) durante varios temas y confirmó algo: la banda se ha preparado mucho para esta noche especial y todo suena impecable trabajado y depurado. Se nota en los arreglos, los detalles, los juegos con efectos en las voces, las armonías y las partes instrumentales. Todo está comandado con el cuidado casi paternal de Juan para que el protagonismo este siempre equilibrado y que cada componente de la banda se sienta tan protagonista como él mismo.

“Borrosa” es un momento especial que cuenta con la especial e inspirada voz de Paola Acosta (voz, coros y piano) llevándose una gran ovación. Antes del final, pasando por el tema “Cuentos para coleccionar” y la emotiva “Toxi”, Leo García se sumó como invitado ilustre para entonar primero su tema “Tesoro”, levantando a todo el público para luego cantar a dueto el nuevo “Niebla de Otoño”, en el cual participó también en la grabación y del video de esta canción con destino de hit que ya está sonando por varios lados.

Luego de un falso final, “Luciérnaga” aportó un poco de baile gracias a la cadencia y ritmo que tiene completando así el total de los temas del EP, y dando lugar al final que nos tiene acostumbrados. Raúl Ruffino en voz y guitarra, y Walter Piancioli en voz y piano de Los Tipitos, se sumaron al final acostumbrado primero con su clásico inoxidable “Silencio” para luego cerrar con “Hipnosis”, en un final a todo canto y alegría.

Es notable el complemento de un excelente grupo de trabajo que funciona a través del nexo y la conexión común que es Juan. Tanto para hacer discos, shows y por último una Trastienda en soledad, sería imposible sin el empuje anímico, musical, económico y organizativo necesario de alguien que desde un liderazgo positivo contagia. Y lo que contagia y emociona tiene destino y nadie asi tiene un techo. Porque él es un valiente que entiende que en uno mismo habitan las taras y las proezas. Aunque el mundo sigue paralizado, Juan seguirá tocando y cantando.

Fotos: Pablo Brunotto

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