Virtual Frizz: Realidad virtual

Pareciera que las sirenas, luces y autos se fundiesen entre el ruido, haciendo a la calle Corrientes un sinónimo de rutina. Pero algo se transforma cuando se aísla de todo esto, como si un imán invisible con una centralidad unitaria la transformara en un albergue ideal para una fauna cultural rica y diversa. Dentro de esta idea, el barrio del Abasto contiene el encanto bohemio y uno no puede evitar pensar en Luca y su “Mañanas en el Abasto”. Y sonreír.

Abstraído en sus pensamientos, quien escribe se cruza con su punto de encuentro. Alimentando la teoría anterior aparece Virtual Frizz, banda de Navarro (Provincia de Buenos Aires). Es el power trío que viene a presentar oficialmente su nuevo disco De los Gigantes, eligiendo un recinto interesante para la ocasión, el Teatro El Cubo.

Casi bordeando las 23 horas, con una demora considerable con respecto a la hora pautada y a sala llena comenzó el show. Con una intro con sonidos y sintetizadores disparados desde una computadora, quedó plasmado que la idea central era llenar el espectáculo de invitados y sorpresas. Tal es el caso del arranque “En el fango” que contó con la presencia de Agustín, el “Turko” Marinelli (guitarra) de Mustafunk y con Yair Lerner (trompeta) de Támesis. Atrás quedaron algunos problemas lógicos en cuanto al ajuste del audio para un teatro.

En “Careta Fría” y sumándose en la sección de trance instrumental, Ana Belli le agregó teatralidad con su baile, que apoyada con el excelente juego de luces y humo crearon un clima de espesura y densidad. Para el momento de “Átomo” se sumó Ácido que con una intro a guitarra criolla dio lugar a otra escena hecha a medida del recinto. Para el momento de “Chupakabra” apareció Martín Pedernera, cantante de Mustafunk (también invitado en el disco) enfundado en una túnica negra con una máscara fuera de este mundo, pero con su inconfundible gola y onda. Esto fue una muestra más del respeto, admiración y colaboración mutuo entre ambas bandas. A esta altura ya nadie quedaba sentado en sus cómodas butacas.

“Lulo” García Jurado en la voz surcó las interpretaciones con un tono que podía ser melódico o agresivo según pidiera el tema. Sumaba su condición de guitarrista excelso, con riffs y sonidos depurados pasando por extensas y para nada monótonas zapadas e improvisaciones instrumentales. El sonido particular del bajo de Andrés Díaz hizo que el colchón sonoro fuera una presencia notable en cuanto a volumen y precisión.

En la sección rítmica la batería de Enzo de Luca , el corazón de los Virtual, presenta una mezcla de un groove natural que funciona como nexo para que el estilo propio del rock que practican quede sin fisuras. Continuando, “Tengo a Hendrix muerto” generó un gran dueto de guitarras y solos con Andrés de Andrea (de Nido de Ratas). Para “40 animales” se sumaron a los coros Delfina Siskos, Joaquín Nachman de Motel Montpellier y Ácido haciendo una hermosa combinación de voces. Para “FNC” se armó una fiesta percusiva que luego del solo de batería terminó a banda completa aporreando cuerpos de batería.

“Margen de Error”, esta gema que contiene el disco, tuvo una dedicatoria sentida de Lulo para su madre, redondeando un lindo homenaje. Cerraba el show “Humareda” con el Turko nuevamente engalanando, doblando violas y soleando como los grandes violeros que son. Para el final “La Misión” de su disco Tres ce dos siete tres (2011) finalizó una noche que llenó el corazón de todos los presentes.

Desde sus comienzos allá por 2009, continuando con sus primeras presentaciones en capital, pasando por el honor de ser seleccionados para telonear a La Renga en su ciudad natal en el año 2013, lo que pasó con Virtual Frizz la pasada noche es la ratificación de una búsqueda que despliega las alas artísticas enfocadas en el formato power trío de rock, con la versatilidad que tiene la impronta de su propuesta. Tienen la virtud estar haciéndolo todo desde el complejo y sinuoso camino de un proyecto autogestionado. Este proceso está en vías de constituirse en un norte para las bandas que prefieren erigirse como entidades musicales atractivas y no sólo en productos vendibles para el consumo masivo.

 

FOTO: Juan Pablo Ferzzola.