Javier Mareco: «He tenido la fortuna de tocar con muchos de mis ídolos»

Javier Mareco es un bajista, cantante y arreglador, y ha formado parte de las bandas de Lito Vitale y también Cafundó + 10 orquesta, entre otros. Desde 2015, el proyecto Javier Mareco y los monos del espacio es un hecho. “Todo empezó cuando grabé en forma casera mi versión del tema «Mandolín», del príncipe Gustavo Pena. Apenas tuve un demo se lo empecé a mostrar a todos los amigos que pude, y no solo tuve una respuesta hermosa de todos, sino que se me despertó un verdadero disfrute de mostrar algo que había hecho yo con mi propio nombre y no como integrante de un grupo”.

-Se dio el germen sin dudas.

– Al poco tiempo aparecieron las ideas para canciones e instrumentales, y ya las ganas de mostrarlo con mi bandera eran muy grandes, así que ensamblé al grupo que llamé «Los monos del espacio» para darle vida a mis caprichos. Desde entonces, tocar esta música con ellos se volvió una de las cosas que más disfruto. A la vez, el tener un lugar donde llevar a cabo mis ideas me permitió ser un mejor participante en las ideas de otros. Ya tengo donde apostar toda mi creatividad, y puedo disfrutar más al tocar música de otra gente.

Desde la formación de la banda, una vez por el año el músico va compartiendo cinco canciones, eludiendo los formatos convencionales del disco o del EP. Este sábado 8 de julio, llega el show en vivo en Club Cultural Matienzo. “A principio de año hicimos una serie de ensayos donde no solo ajustamos todo lo musical sino que trabajamos mucho lo escénico, los vestuarios, e incluso la narrativa del show. Desde entonces venimos trabajando para que cada show sea una verdadera celebración para el público, aparte de para nosotros. Este sábado va a ser la segunda vez que llevamos esta puesta en escena al público, y yo la estoy pasando increíblemente haciéndolo, si sirve de algo.”

-Uno escucha las canciones que viajan por diferentes universos, esto sumado a tu forma de ofrecer los temas una vez por año, ¿genera la posibilidad de no saber qué podrá venir después musicalmente hablando?

-Idealmente, la primera persona que no quiero que sepa qué podrá venir soy yo mismo. Si aparece una música en mi cabeza que me hace acordar a otra cosa que ya hice, no me dan ganas de llevarla a cabo. En cambio, si en mi repertorio tengo algunas canciones sencillas y de repente se me ocurre una cumbia amazónica instrumental y funkera, eso me motiva a grabarlo: el hecho de que es algo nuevo para mí.

-¿Cuándo comenzó tu inquietud por la música?

-Mi primer acercamiento a tocar música fue el día que le pregunté a mi hermano mayor qué tocaba el ‘otro guitarrista’ de Queen. Vi una foto y no entendía dónde estaba esa otra guitarra en lo que escuchaba. Cuando me explicó que era el bajo, me pasé el resto del día escuchando cada canción de toda la discografía tratando de prestarle atención solo a ese instrumento. A la semana siguiente estaba tocando, y nunca más paré.

-Un largo camino recorrido ya.

-El resto del camino viene siendo decirle que sí a cada pedido que mis ganas me propusieran. Desde tocar otros instrumentos, a cantar, o aprender a arreglar y componer. Encima he tenido la gran fortuna de tocar con muchos de mis ídolos como Lito Vitale, David Lebón, Pedro Aznar, Kevin Johansen y muchos más.

-¿Qué creés que es lo que más aprendiste de la mano de Lito Vitale?

-Es imposible tocar con Lito y no aprender algo nuevo cada día. Pero una de las cosas que más le admiro es su confianza y admiración por los demás. Él es realmente un fan de todos los músicos con los que toca, y de cada técnico con quien trabaja, desde lo primero hasta lo último en la cadena. Es un tipo que siempre le da espacio para crecer y mejorar a los demás, y nunca se pone a sí mismo en el centro, sino a lo que realmente importa: la música.