Festival Mezcal: Queremos más de estos festivales

El Festival Mezcal es ese festival que todos los que amamos la música y la buena leche de este negocio quisiéramos que haya una vez por mes. Buenas bandas, buena propuesta, con entradas a precio justo, y una entrega y unos huevos gigantes, sin sponsor mediático bajando línea de consumo.

El domingo amanecía con una lluvia amenazante, que se encargó de molestar durante todo el día. Pasó el mediodía, las puertas se abrieron, y los shows de Delfines de Etiopía y Los Heladeros del Tiempo empezaron a amenizar la velada ante los pocos que se animaron a salir san temprano a que le peguen las gotas.

El sector acústico también daba su puntapié inicial y se sucedería durante toda la jornada, con Cata Raybaud, Tomás Amante y El Sonidero & La Fanfarria Insurgente como los números más destacados.

Ya con el patio cerrado del Konex un poco más poblado, Científicos del Palo reventaba el escenario con un sonido cada vez más ajustado y prolijo, y una polenta que de repente hacía olvidar que solamente había tres tipos en las tablas. “El dormijito” se entrometía como siempre en la lista de temas para refrescar un bloque bien cargado de energía y buenas letras, y que iba a tener a “Civilización o barbarie” como el punto más alto de agite y expresión. Y si de expresar se trata esto, Pepo San Martín (voz y guitarra) dio cátedra como siempre, manejando los momentos extra musicales con los mejores comentarios de la jornada.

Si Kapanga o Los Decadentes son los infaltables de cada mega festival multitudinario, Andando Descalzo debería ser número puesto en todo festival de “bajo perfil”. Con una lista que no bajó nunca, la banda de Mataderos regaló alegría y enfiestó a todo el Konex. A los fans, a los que llegaban a ver a otras bandas y a todo desprevenido que pasara por ahí. Juani Rodríguez (voz) es uno de los cinco mejores frontmans del país y todos deberían correr con la suerte de toparse con algún show de Andando.

La mezcla rockero fiestera, con destellos de reggae, ska, cumbia y cuarteto llegaba a la cresta con toda la onda de “Cuando llueve”, el optimismo de “Continuar”, o el baile infinito de “Sin querer” y “Mi golosina”. Una hora perfecta para uno de los mejores sets de todo el día en el Festival Mezcal.

Normalmente el domingo suele ser un día poco festivo, pero este ya venía siendo la excepción y esto cada vez sería más fuerte. No hubo lluvia que frenara a una multitud de gente que pedía por La Perra que los Pario, con las pilas súper recargadas de lo que había sido el día anterior. ¿Por qué? Porque esta banda fue una de las elegidas para abrir la noche de lo que fue el show de La Beriso en el Estadio de River. Con mucho esfuerzo y amor: si focalizás, materializás. El recital arrancó con “Por siempre” y cada uno de los expectantes empezó a bailar al ritmo de cada acorde. El primer estallido del público se dio cuando “Mis ojos” empezó a retumbar en los oídos de los presentes.

Todo era sonrisas, abrazos y agite, pero las lágrimas se hicieron presentes en “Lo que nunca te dije”, donde cada uno eligió su lugar en el suelo y se acercó a algún amigo en el cual pudiese refugiar tantos recuerdos y volcar un par de sentimientos que parecían estar escondidos. El ambiente no dejó de ser una fiesta: se pudo ver como los acordes de “Para seguir” hicieron que más de uno se posara en los hombros de algún otro y eligiera seguir soñando.  “La Perra disco bar” fue la canción encargada de cerrar la noche, haciendo bailar a todos. Esta fecha bastó para confirmar que el aguante que tiene esta banda, no entiende de techo, ni tampoco de un mal clima. Nada pudo arruinar esta puesta en escena y los músicos se mostraron contentos por ello.

Este no era el fin de la noche, faltaba el turno de la banda oriunda de Uruguay: Cuatro Pesos de Propina.  El final se hizo esperar, pero la banda empezó casi puntualmente y el público se convirtió en una lluvia de aplausos. “La planta” fue la canción que ocupó el primer lugar en la columna vertebral de esta lista. Era extraordinario observar como el público se conectaba con cada uno de los músicos, como si las voces fueran una sola. La complicidad era algo que resaltaba en esta noche mágica.

Los músicos no dejaban de hacer bailar a su gente y el ambiente con el que te topabas era una total fiesta. “Glu Glu” fue la canción que más sentimientos cargó en la voz de cada uno de los seguidores. Por otro lado, “Mi revolución” se llevó las grandes sonrisas familiares de todos. La banda Uruguaya transmitió una energía que no fue para nada efímera, al igual que el sonido potente durante toda la noche. Con “Basta” logro disfrazar a cada uno de los expectantes en un festín de emociones en el que quedó claro que la banda estaba brillando más que nunca. La voz de Diego Rosberg se lució en cada canción volcando una energía, como siempre, positiva. Cerraron oficialmente el show con “No habrá forma del dolor” despidiéndose del público tras un show que nos tuvo a todos en una montaña rusa de emociones.

El Festival Mezcal llegó a su fin luego de haber hecho vibrar la ciudad entera. Al fin y al cabo, el domingo no es tan malo como todos dicen y esperan que sea. Esta vez nos hizo felices a todos, de la mano de amigos, bandas y algo para brindar.

Y en tiempos de brindis, nada mejor que brindar porque este tipo de festivales se vuelvan moneda corriente, con el amor al laburo, el empuje, las ganas y la energía acompañen a la música, la gran protagonista de siempre.

FOTOS: Daniela Milana.