Científicos del Palo: «No concebimos el arte sin un análisis del contexto»

-Hace algunas notas atrás te preguntamos si hubiera un bonus track de “La Histeria Argentina” como se llamaría. Tu respuesta fue “El funeral del Neoliberalismo”

-¡Cómo le erré!

-¿Cuál sería hoy?

-No, ya fue. Perdí.

Así de golpeadora comienza la charla con Pepo San Martín, cantante de Científicos del Palo. Pero lejos está de la derrota esta banda que el 19 de noviembre vuelve a Niceto y ya prepara un disco ¡triple!, que tendrá su primera parte el año que viene y se llamará Justicialista (“un homenaje explícito a The Clash, si la onda es que no se vende ningún disco, vamos a ver qué pasa si sacamos uno triple, a ver si lo paga la compañía”).

“Yo no concibo el arte sin la aparición de un análisis del contexto”, arranca sin anestesia el cantante y expande su afirmación: “Hay bandas que no entiendo de qué hablan y me gustan también, no quiero decir que el arte deba hacer eso sí o sí, pero me parece que alguna responsabilidad hay más allá de acrecentar el home banking”.

-¿Sentís que el músico tiene una responsabilidad?

-Loco, hacé algo que sirva para el otro. Como un pizzero, no te dice “hice una pizza de durlock, vendí una sola pero soy un innovador”. No, hacé algo útil para la sociedad, como se le pide al médico o a un remisero. Creo que el músico también tiene un rol y por eso nosotros estamos metidos ahí. Es un concepto bastante neoliberal que el rock y la política no deban juntarse, de hecho si hay un género contestatario es el rock, y si lo vaciás de contenido y solo hablás de putas y falopa, o es autorreferencial, no va. Viste que algunos dicen que el rock es una ideología en sí misma, ¿cuál es la ideología? ¿Romper, tirar vasos de whisky, arruinar conferencias de prensa? Eso es de tarado. Es triste.

¿Sentís que en general  en la actualidad no hay un sustento en las obras?

-Yo veo solo en mi país, y de eso una muy pequeña porción de lo que hay, y me parece que no está esa búsqueda de confrontar. Hay una política de degustar, caer simpático, ser preciso, volarle la cabeza a la gente y ya. El hecho artístico para mi está en la confrontación y en generar disenso. Insisto, es mi visión y no es la única ni digo que tenga que serlo.

-¿Y cómo vive el músico esta actualidad que como decís no la refleja?

-Yo creo que el músico también ha sido violado por este programa económico, porque los productores de shows cada vez ofrecen arreglos más chotos, ya no te pagan pasajes. Creo yo que el músico está muy pendiente del espectáculo y no del contexto, es como si el rock fuera una cosa que se genera en otra galaxia, viene acá y la gente se maravilla. Es como mirar lo que te pasa a vos y no a los demás. Capaz que va un chabón que va a vernos a nosotros y dicen “qué pesados hablando de Perón, se murió hace 50 años”. Pero el arte como generación de discusión y planteos se está diluyendo. Qué bien suena esto, sí, ¿pero qué vas a cambiar? Vas a ir a Perú a decir que bien suena esto, no sirve para nada. Hay que generar al menos el intento de ver las cosas de otra manera.

-Puede haber otra forma de ser contestatario que no sea con lo que se dice en las letras.

-Sí, sin dudas. Para mí cualquier toma de riesgo es aplaudible. La tibieza es lo que me molesta a mí. Hay bandas rupturistas que capaz desde la lírica no dicen nada, pero al menos te dicen “molesto desde acá”. Eso me gusta.

-¿Por ejemplo?

-Sig Ragga por ejemplo no sé qué dicen, no entiendo nada lo que dicen (risas). Pero  salir disfrazados de blanco, sin distorsión, ya ahí te generan un quilombo en la mente sin dudas, ya se te tuerce el cerebro. Hay un planteo teatral, y no me están hablando del Peronismo ni mucho menos pero me están confrontando de alguna manera. Parteplaneta por ejemplo es una banda que jamás habló de la situación del país pero hacen una música densa, sintetizadores que te crujen el cráneo y creo que la ruptura está por ahí, vamos a afectar el gusto de la gente con esto. Yo personalmente prefiero, aparte de eso, la búsqueda del compromiso, pero eso es lo que me gusta a mí, no digo que sea lo óptimo. Pero aplaudo todo el que intente general algo a partir de la ruptura.

-¿Y qué no te gusta?

No me gusta la pose, eso de estar comprometido solo en la pose. El otro día vi una catarata de tweets relacionados con el triunfo de Trump como si acá gobernara Cámpora. Paren un poco, si tanto tenés que decir de este viejo, no vayas después a tocar a Ciudad Emergente o a los festivales del Estado, porque acá pasa lo mismo. Es una masacre lo que está pasando, y no decís nada de eso, y después actualizás el Facebook con un “qué horror que gane Donald”, y acá te están violando y no decís nada. Si no querés decirlo en las letras todo bien, pero sugerí, aportá. Está todo muy regulado en ver qué puede afectar la cantidad de gente que te vaya a ver. Nosotros sabemos que hay gente que no nos va a venir a ver y nunca nos va a agradecer por nuestra música; capaz somos unos tarados, no digo que sea lo que hay que hacer, insisto una y mil veces más, es lo que yo hago, nada más. A mí por ejemplo me parece que en la extrema izquierda hay un vínculo con la derecha, y sin embargo Las Manos de Filippi me parece algo muy genuino y digo “que bien estos chabones”. Ellos a Cristina le daban masa y yo la amaba, pero estaba perfecto, sobre todo salir a decir en medio de diez años de gobierno kirchnerista “esta vieja es una puta por esto, esto y esto”, está perfecto, hay riesgo ahí, me gusta, a pesar de que no coincida.

Este sábado 19 de noviembre Científicos del Palo despedirá el año porteño en Niceto y ya se aprontará a producir la primera parte de Justicialista. El disco triple tendrá tres partes bastante diferentes en cuanto propuesta, siempre dentro del concepto de la banda. La primera tendrá  doce canciones nuevas, (“hasta ahí puede ser todo igual de choto de lo que ya venía”), la segunda tendrá canciones viejas regrabadas en vivo y en estudio (“esas canciones sin dudas van a ser igual de chotas que antes”) y la tercera será lo que Científicos del Palo proponga mirando hacia adelante. “Yo lo pienso como un presente, un pasado y un futuro, planteando al final lo que va a ser la propuesta de lo que vamos a hacer de ahí en adelante, alejarnos incluso tal vez de lo que es el rock”.

-Muy ambiciosa esta idea, ya que es a largo plazo.

-Así me gusta a mí. Si no hay nada para hacer me aburro, me pongo molesto. En cambio yo sé que ahora hay muchas cosas para hacer. Y así soy feliz.

FOTO: Lucía Belén Capón