Falsa Cubana: Arte, amor y placer

Casi al final del show del sábado las remeras de M*cri Two Pala en los cuerpos del cantante Iván Petrunic y el trompetista Juan Fantaguzzi demostraban la postura de la banda ante las inmediatas elecciones y parecían agitar las aguas con algún brote de esperanza. Sin embargo, la tibia aprobación en el boliche de Palermo auguraba lo que iba a suceder en el país (y especialmente en ese barrio) pocas horas después. Estadísticamente la mitad de Niceto no pensaba del todo lo mismo.

Por suerte Falsa Cubana estaba de fiesta y el objetivo en común de la noche fue unánime y aprobado por todos los presentes. La banda caravanera por excelencia y una de las más cercanas al espíritu auténtico decadente del rock argentino (pese a que el último disco sube el volumen y la distorsion) hizo bailar a todos ya desde el comienzo, y “No cambiás más” aseguró la promesa de entrada.

Seguramente la “Negrita” andaba por ahí dando vueltas descarrilando y las puertas de la “Habitación 36” se abrieron de par en par para que el “Volcán” haga rápidamente erupción. Así el comienzo ya era el ideal para clavarse un “Nirvana mañanero” y estudiarse toda la “Cosmología”.

Media hora de show ya era suficiente para meterse de lleno en el festejo de los 10 años de caravana y todas las variantes estilísticas que ofrecen los chubutenses, así como las distintas voces que toman el control, como los dos ya citados en el primer párrafo, el guitarrista Rodrigo Paz y el bajista Denis Davies, más la enorme cantidad de invitados que se fueron sucediendo con diferentes instrumentos. Durante las casi dos horas de shows se subieron a las tablas integrantes de las bandas Manijas, Decuajo, Play Shodaka, Parapipou, Matanga y Fisión (estás últimas además amenizaron con buenas performances la velada con sets en vivo).

Y si algo tiene de especial Falsa Cubana, además de hacerte mover sin que te des cuenta, es que cualquiera de esos personajes que fueron apareciendo en las canciones durante estos diez años podés ser vos, él, y todos nosotros. Entonces  se ve bien clarito como “El pibe salamandra” y el “Picante” se toman una birra con Fer y con Pepo, mientras en el pogo se mezclan el tiro al aire del “Chancha” con el novio de “Julieta”, la cual se acerca y se aleja y baila sin tapujos con ese que no tiene moral. Y sin dudas muchos  anduvieron fumando “Pipa y fernet”, aunque en Niceto este último esté bastante carito.

“Quiero vivir diez vidas de caravana”, canta la banda. Por ahora van diez años, que es mucho y poco a la vez, como insinuó el bajista cerca del cierre. Así que aún quedan muchas anécdotas por cantar, viajes por realizar y escenarios y boliches donde saltar y bailar. Allí estaremos. “Manzana” que hacen bien al corazón este tipo de bandas.

 

FOTOS: Melina Aiello.

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