Acá estamos, sentados en butacas esperando por Arbolito. Mil Colores, es el nombre de su último DVD y es el causante de semejante celebración. El escenario refleja la disposición de los músicos antes de que aparezcan posicionados como si fueran a otorgarle ofrendas a «La Pachamama». En el fondo se ve una pared que parece estar hecha de piedra y que será protagonista durante la función.
La banda aparece y los aplausos retumban por todo el Teatro Opera. La música comienza a sonar y a pesar de que el público no tiene “La Costumbre” de permanecer quieto en su lugar, hacen su mayor esfuerzo para aguantarse las ganas de saltar, de bailar, de hacer girar “Vinito y Amor”entre los presentes. La abstinencia dura poco.
Los reflectores se sumergen en un baile constante, un “Color de Tierra” se plasmó en aquella pared de piedra pasando por tantos otros colores que no entrarían en una sola paleta. “Un día de estos” si consiguen un caleidoscopio miren a través de él, vean como el “Cristal” de su interior juega simétricamente con los distintos colores y sabrán entonces como la sala se iluminaba con el pasar de los minutos.
Es sabido que sentados en butacas “No Somos Nada”, es por eso que la gente se levanta y se pone a bailar en los pasillos al ritmo de “La Arveja Esperanza”. No hay edad que los detenga, desde los más grandes hasta los más chicos. De seguro que en “Europa” también estarían bailando la “Chacarera de las cloacas”. Y si no, entonces deberían.
Mil Colores no es un nombre elegido al azar. Tanto el trabajo de la banda como el de los invitados y de aquellos que sin instrumento sumaron a la causa son parte de este disco. Cada uno puso su color en esta obra, su matiz. La madurez de Arbolito como banda ya es sabida pero este trabajo refuerza la idea y sube la vara.
Pero es hora de “Volver” a centrarnos en el show, porque un tema nuevo dice presente. “Tanta Vida” asoma la cabeza sin timidez ante el público y hace mover de arriba abajo la cabeza de esta “América Bonita”.
La noche se va terminando y por el escenario ya pesaron invitados como La Chilinga, Tito Fargo, Veronica Condomi, Pablo Fraguela, Julio Coviello y Federico Terranova de la Orquesta Típica Fernández Fierro y la banda de Sikuris El Ombligo.
“Sobran” las sonrisas arriba y abajo del escenario y para alegría de muchos suena la tan aclamada versión de “El Pibe de los Astilleros”. Las butacas ya pasaron al olvido, los presentes solo quieren que la música no pare.
Arbolito se despide con la misma energía que con la que subió y su público los saluda con Mil Colores hasta el próximo show.
FOTO: Ezequiel Bilbao.
