Beler: Palermo groove

Las luces tenues, las mesitas dispuestas, las chicas perfumadas, el telón expectante. Todo está dispuesto. El día domingo y el exquisito Velma Café de Palermo Hollywood funcionan como ensamble ideal para que la noche sea cool por donde se la mire. O se la escuche, porque la música completará el combo a puro funk rock del bueno durante algo más de una hora de canciones.

“Plata y diamantes” es el nombre de la canción que abre el show en el que Beler presentó su disco Cosa Fuerte, como para seguir jugando con las características del primer párrafo. Lo primero que llama la atención, además del groove, es la exquisitez de los vientos que se repetirá en la siguiente canción.

El saludo del cantante y guitarrista Pablo Acedo no se hace esperar. Muy campante, se la pasará charlando durante toda la noche, interactuando cada tanto con el público, con su padre (organizador de la fecha), su abuelo, su prima, y amigos.  Sin embargo, cuando la música suena es donde más cómodo se encuentra ante los ojos y oídos de los presentes.

Con variaciones rítimicas, el funk será el encargado de manejar los hilos, fortaleciendo las canciones cuando la trompeta de Leonel Barletta, el saxo de Adrián Piro y el trombón de Gastón Rodella potencian la fuerza de las mismas. Así es que promediando el final todos queremos bailar de la mano de “Cosa fuerte” (que da nombre al disco) o de “La pala”.

Entre medio hubo tiempo para covers que decoraron la presentación. Los ritmos latinos de Rubén Rada y Los Fabulosos Cadillacs se funkearon y así fue que “Dedos” y “Manuel Santillán, el León” se aggiornaron a la noche de Palermo con muy buenos resultados.

Para “Un instante” se sube a las tablas Nelson John (sí, si les suena de algún lado es verdad, deambuló por alguna edición de Operación Triunfo), y para “Un recuerdo en blanco y negro” el cantante cuenta sus deseos de siempre de escribir sobre la última dictadura militar cumplidos. Reality y realidad en tan sólo seis minutos.

El final del show llega con “Morocha y sensual” y “El diablo”. La música gana la velada, el funk se afianza en un set muy prolijo y de muy buen sonido, y los destellos de calidad dejan al público satisfecho y contento. Es temprano en la noche del domingo para alegría de todos. Es el momento de ir a comer algo por ahí, pero el domingo no es el día ideal para pasear por el barrio. Casi todos los barcitos están descansando. La noche cool palermitana esta noche existió solo en el Velma.

 

FOTOS: Melina Aiello.

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